Dejando rastros. Los perfiles de ADN y las bases de datos policiales.

Recibido por correo electronico de Negre i Verd.

Desde siempre los dominadores han querido identificar a sus súbditos (es un aparte fundamental del control social, situarte en un sitio, ponerte una etiqueta, darte un nombre), en las sociedades agrícolas sin grandes masas de población estos controles se podían llevar a cabo mediante agentes humanos, el alguacil, los capataces, los curas, los alcaldes, los propietarios, los gremios de oficio… se podía conocer fácilmente la filiación de cada persona (o la podían obtener fácilmente).

Con el aumento de la complejidad social, con la aparición de grandes concentraciones de personas en los enclaves comerciales, sobretodo ferias y mercados y muy especialmente con el nacimiento de las ciudades, este control directo se fue haciendo cada vez más problemático.

Este tipo de control acabó haciéndose imposible con el desarrollo de la revolución industrial, la necesidad de mano de obra concentrada alrededor de los núcleos fabriles, así como el cuestionamiento de las relaciones  sociales tradicionales por parte de los dominados, hizo aflorar la necesidad de desarrollar algún tipo de control que permitieses detectar a los proscritos (huelguistas, los primeros sindicalistas, los refractarios al orden y al trabajo, revolucionarios, criminales varios…) y a aplicarles los castigos correspondientes.

La aparición de sistemas de transporte cada vez más rápidos (redes de caminos, de carreteras, servicios de diligencia y de correos, desarrollo de las líneas regulares de navegación, los primeros ferrocarriles) unida a la desaparición de los gremios y otras trabas a la movilidad laboral, hizo que una gran masa de asalariados (y los que se ocultaban en ella) deseasen, y en muchos casos consiguiesen, moverse a territorios más favorables. Los sistemas de comunicación modernos permitían movilizar rápidamente mercancías y materias primas, soldados y policías, transmitir órdenes, sentencia y condenas, pero también permitió la movilidad de aquellos que eran refractarios a la dominación.

Era necesario poder identificar cada individuo, identificarlo y clasificarlo, los primeros ensayos se hicieron con documentos escritos, las cartas de seguridad y pasaportes interiores, en el Estado Español aparecieron hacia 1824, con la promulgación de una Real Cédula que establecía las Cartas (necesarias para viajar más allá de 36km del punto de residencia) y la primera estructuración policial.

Estos DNI primitivos disponían de una mini ficha biométrica en la que constaba la altura, los datos de los ojos y la nariz, del pelo, la barba, color de piel y otros caracteres. Pero el primer procedimiento sistemático con éxito para individualizar a las personas parece ser que fue el desarrollado en Francia por el policía Bertillon hacia 1882, el método era antropométrico, tomaba diferentes medidas del cuerpo (altura, perpetro de la cabeza, distancia entre ojos…) y triunfó en poco tiempo en toda Europa, por ejemplo permitió la identificación del anarquista Ravachol, pero a pesar de su triunfo inicial se descubrió  que podían haber dos personas con las mismas características. No fue hasta 1892 en que el policía argentino Juan Vucetich propuso el uso de la huella dactilar, el éxito del sistema fue tal que se extendió rápidamente por todo el mundo y, actualmente, es el método más utilizado para identificar, miles de millones de personas están fichadas, y en el Estado Español por ejemplo, lo está el 100% de los adultos y una gran parte de los niños y niñas.

Identificar sin la presencia del identificado

Este era el sueño de todo controlador, poder ubicar a una persona en un lugar y a un dia y hora determinados… la criminología del siglo XIX ya había desarrollado algunas aplicaciones aproximativas, basadas sobretodo en el examen de pelos y cabellos.

La gran ventaja de la huella digital, y que fue determinante para la implantación generalizada del método, fue que se podían detectar en el entorno que hubiera visitado una persona, sin necesidad de que su presencia fuese advertida por testigos. Aquí nacieron los grandes bancos de datos sobre los ciudadanos, primeramente los que tenían antecedentes, pero en muchos países és el 100% de la población. Las contramedidas frente a la identificación por huella dactilar se desarrollaron paralelamente y eran tan sencillas como un par de guantes.

Se han desarrollado otros métodos para identificar sin presencia. Mediante el análisis de voz (en comunicaciones interceptadas), reconocimiento facial, de la gestualidad, de la marcha en registros de video vigilancia, el ritmo de tecleo en ordenadores y teléfonos… pero ninguno lo suficientemente práctico (de momento) para ser utilizado de una manera generalizada.

Hasta la aparición de los perfiles de ADN el único sistema empleado y aceptado era el de la huella dactilar.

El análisis genético, un paso más en la dominación.

La elaboración de perfiles genéticos es relativamente moderna y se desarrolló con lentitud. A principios de los años 80 experimentó una fuerte aceleración, sobre todo con el desarrollo de la tecnología PCR (reacción en cadena de la polimerasa). Mediante este método se amplifica el ADN disponible hasta obtener una cantidad suficiente para su análisis. De hecho la primera condena basada en un perfil genético fue en los EUA en 1985.

Hay que tener en cuenta que los métodos para elaborar perfiles son básicamente estadísticos, se trata de probabilidades, no de certezas absolutas, el método más utilizado y el oficial de la Interpol es el análisis de entre 8 y 17 fragmentos de lo que llaman STR (segmentos con repetición en tándem), cada uno de estos segmentos puede tener entre 100 i 500 bases y el número de repeticiones es muy variable. La rapidez y fiabilidad de los análisis va aumentando día a día. De todos modos es posible que dos personas tengan un perfil STR idéntico y se ha dado el caso.

Hay otros ADN analizables pero los más utilizados y estandarizados, el del cromosoma Y (ADN-Y) y el mitocondrial (ADN-mt) no dan suficiente información para identificar un individuo, pero si para descartarlo.

Uno de los motivos para la consolidación del método de los STR es la magnitud de las bases de datos construidas ya sobre ella, esto hace que introducir otras metodologías sea más complicado.

Otros tipos de análisis genético.

Se pueden obtener otros datos del material biológico recogido, especialmente “interesantes” son aquellas que a pesar de no identificar a la persona individualmente, permiten conocer otras características del individuo al que se quiere identificar. De este modo se trata de obtener la procedencia, la “etnicidad” y el color de la piel, hay a la venta kits comerciales que permiten discernir la procedencia europea, asiática o africana o el color del iris.

Los laboratorios de análisis genético.

Hay una gran cantidad de laboratorios que elaboran perfiles genéticos, relacionados sobretodo con pruebas de paternidad, identificación de personas desaparecidas, estudios históricos, agronómicos. Pero hay pocos laboratorios acreditados por el Ministerio de Justicia, en toda España solo hay una veintena. Unos dependen de la Guardia Civil, del Cuerpo General de Policía o del Instituto Nacional de Toxicología, también tienen laboratorio la Ertzaintza y los Mossosd’Esquadra.

El CGP asegura que en un 20% de los casos utilizan la tecnología de los perfiles de ADN (quizás se trata de una exageración pero son palabas de la Comisaria del Servicio de Coordinación Analítica de la Policía Científica), desde los Mossos la cifra ésa más modesta y se habla de unos 300 perfiles al año.

El presupuesto del laboratorio de los Mossos en el Complejo Egara (su sede central en Catalunya) es bastante importante, 1.800.000 des de finales de 2015 solo en material fungible y quedando fuera todas las compras por debajo de 21.780€ (contrato menor).

La coordinación entre laboratorios se hace a través de la Comisión Nacional para el Uso Forense del ADN (CNUFADN) en el Instituto Nacional de Toxicología.

Los bancos de datos genéticos.

Todos hemos visto en series de TV y pelis al policía pidiendo un perfil al Banco de Datos y resolviendo rápidamente un crimen…. Es ficción?… pues no!!. Una consecuencia inmediata de la tecnología de obtención i comparación de perfiles genéticos es la creación de bases de datos, otra el la creación de estándares y mecanismos de intercambio de perfiles entre diferentes bancos de datos. Los primeros bancos (y los que tienen más registros) son los de los EUA y del Reino Unido, el primero tenia en 2009 6,7millones de perfiles y el segundo 5,4 millones, hay que tener en cuenta que los EUA tienen 5 veces más habitantes que el Reino Unido, queda claro cual es el foco y el espejo donde se miran las policías de todo el mundo.

Hay una cincuentena de países que analizan perfiles genéticos, de los que solo 38 declararon el numero almacenado, el total sumaba en 2009 16,4 millones (el Estado Español está entre los que no dan la información), actualmente se calcula que hay unos 40 millones de perfiles en todo el mundo, pero es una estimación no confirmada, posiblemente sean más.

No se conoce exactamente cuando se empezaron a constituir los ficheros de datos genéticos, pero en principio, a nivel estatal había 2 ficheros, el de la Guardia Civil y el de la Policía Nacional. Tanto la Ertzaintza, como los Mossos y la Policía Foral de Navarra disponen también de sus propias bases de datos, concretamente la de los Mossos se llama SIP IDENTICRIM y se creó en 2007.

A partir de 2007 los diferentes ficheros se interconectaron constituyendo, de hecho, una sola base de datos que , actualmente, se cree que tiene 500.000 registros. La base estatal se llama ADNIC y la gestiona el Instituto Nacional de Toxicología, utilizando el software CODIS del FBI.

A nivel internacional las bases de datos del Estado Español intercambian datos con la Europol y la Interpol, de hecho en Madrid hay la oficina de enlace con la Interpol (la Oficina Central Nacional OCN) a cargo de la Policía Nacional, además de los policías nacionales de esta Oficina, hay agregados a ella agentes de la Guardia Civil, de la Ertzantza, los Mossos y la Policía Foral. También el CNI puede obtener esos datos, aunque no dispone ni de laboratorio ni de base propia de datos la ley da amplias posibilidades para que utilice estos datos de la manera y con la finalidad que crean conveniente. Los intercambios a nivel europeo están cubiertos por el Tratado de Prüm (2005), este tratado no ha sido suscrito por todos los países.

En principio estos registros de datos íntimos estarían regulados por la Ley Orgánica de Protección de Datos (LO 15/1999 de 21 de diciembre), pero hay legislación específica.  En el Estado la Ley Orgánica 10/2007 de 8 de octubre que regula las bases policiales de ADN y en Catalunya por la Orden IRP/372/2007 del Departamentd’Interior (esta ley se promulgo durante el gobierno del tripartido de izquierdas). La Ley 10/2007 tiene un impacto muy importante sobre los derechos individuales de las personas fichadas.

Hay otros bancos de datos de uso “civil” como el FENIX (posteriormente Humanist) para la búsqueda de personas desaparecidas y la identificación de restos, i la DNA-PROKIDS dirigida a “perseguir” el tráfico de personas.

A parte de todos estos bancos hay la sospecha fundamentada de que todos los cuerpos policiales disponen de más registros de ADN al margen de los bancos “legales”, catalogados como “antecedentes policiales”.

Los supuestos derechos del ciudadano a la intimidad.

Difícilmente hay una intimidad más íntima (de momento) que la intimidad biológica, a pesar de esto, a raíz de la LO10/2007 estos “derechos” que nos concedía la Ley de Protección de Datos, que son los de acceso, cancelación y rectificación quedan en papel mojado, más mojado que en otras circunstancias. Transcribimos literalmente de la Ley.

1. La conservación de los identificadores obtenidos a partir del ADN en la base de datos objeto de esta Ley no superará:

El tiempo señalado en la ley para la prescripción del delito.

El tiempo señalado en la ley para la cancelación de antecedentes penales, si se hubiese dictado sentencia condenatoria firme, o absolutoria por la concurrencia de causas eximentes por falta de imputabilidad o culpabilidad, salvo resolución judicial en contrario.

En todo caso se procederá a su cancelación cuando se hubiese dictado auto de sobreseimiento libre o sentencia absolutoria por causas distintas de las mencionadas en el epígrafe anterior, una vez que sean firmes dichas resoluciones.

En el caso de sospechosos no imputados, la cancelación de los identificadores inscritos se producirá transcurrido el tiempo señalado en la Ley para la prescripción del delito.

En los supuestos en que en la base de datos existiesen diversas inscripciones de una misma persona, correspondientes a diversos delitos, los datos y patrones identificativos inscritos se mantendrán hasta que finalice el plazo de cancelación más amplio.

2. Los datos pertenecientes a personas fallecidas se cancelarán una vez el encargado de la base de datos tenga conocimiento del fallecimiento. En los supuestos contemplados en el artículo 3.1 b), los datos inscritos no se cancelarán mientras sean necesarios para la finalización de los correspondientes procedimientos.

3. El ejercicio de los derechos de acceso, rectificación y cancelación en relación con la base de datos policial de identificadores obtenidos a partir del ADN se podrá efectuar en los términos establecidos en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, y en su normativa de desarrollo.

4. Los identificadores obtenidos a partir del ADN respecto de los que se desconozca la identidad de la persona a la que corresponden, permanecerán inscritos en tanto se mantenga dicho anonimato. Una vez identificados, se aplicará lo dispuesto en este artículo a efectos de su cancelación.

Como se deduce la posibilidad de cancelar los datos es prácticamente imposible (para la gente normal y corriente), el mismo hecho de acceder a los datos tiene unas dificultades enormes fuera del alcance de la inmensa mayoría.

Sobre los rastros, nota previa.

Cuando hablamos de los métodos tecnológicos de control social, a menudo, la reacción es de agonía e indefensión. La angustia paralizante no es, ni mucho menos, nuestro objetivo. Nos explicaremos con una fábula:

Imaginemos una zorra que vive en un bosque, cuando caza a la zorra no le conviene hacer ruido, pero poco le importan las huellas en el suelo, la orina o los excrementos. Cuando la presa es ella ha de esforzarse al máximo para no dejar ningún rastro, ni huellas, ni ruido, ni olor… para poder huir de sabuesos y de humanos.

Imaginemos una zorra angustiada todo el tiempo, que se esforzase todo el tiempo en no dejar rastros, esto no le garantizaría no ser cazada y, además, al no marcar con orina, excrementos y las glándulas sexuales su territorio ni encontraría pareja, ni podría conservar un espacio propio.

El miedo a las medidas de control no ha de ser paralizante, ni nos ha de impedir disfrutar de la vida, hay que ser sensato y aplicar precauciones cuando son necesarias.

¿Dónde dejamos los rastros?

Continuamente perdemos células epiteliales, no sólo de la epidermis, sino también de los tejidos que tapizan los órganos, estas pérdidas se deben a la erosión o a la renovación de los tejidos, también las perdemos a través de cabellos i pelos caídos.

Hay que tener en cuenta que un cm2 de piel tiene 5 millones de células y que un cm2 de curo cabelludo tiene unos 250 cabellos. A lo largo del día es normal perder un centenar de cabellos o más.

Así pues dejamos rastros genéticos mediante:

-Sangre
-Semen
-Secreciones vaginales

-Orina
-Saliva
-Sudor
-Secreciones nasales y auriculares

-Excrementos
-Pelos y cabellos

-Células epiteliales.

-Uñas
-Caspa…

Así los rastros pueden quedar en cualquier lugar u objeto con el que tengamos un contacto íntimo con las partes del cuerpo apropiadas. Por ejemplo:

-La saliva en la cubertería, vasos, latas de refrescos, botellas, palillos, colillas, servilletas…
-Secreciones diversas: pañuelos de tela o de papel, servilletas, toallas, bastoncitos higiénicos…
-Sudor: queda en las huellas dactilares y puede ser analizado, también en pañuelos, guantes (sobre todo los de látex y silicona…).

-Células: en la totalidad de los objetos anteriores, los cepillos de uñas y de dientes, peines, guantes, gorras, cabezales de cama, ropa en general, herramientas de trabajo o del hogar…

-Indirectamente se pueden emplear los perfiles genéticos de parientes consanguíneos y también los pelos de los animales que viven con uno.

La cantidad de material biológico necesario para poder iniciar un análisis es muy pequeña, del orden de picogramos (billonésima de gramo); entre 10 y 20 pg. Actualmente con 2 o 3 células es suficiente.

La contramedida más razonable para no dejar rastros es no abandonar sin control ningún objeto que haya estado en contacto íntimo con nosotros (esto cuando la situación lo justifique). Abandonar gorras, guantes, ropa… incluso herramientas, latas, colillas… supone dejar un rastro que puede ser leído y tener consecuencias… o no. En determinados casos sería conveniente no abandonar sin neutralizar (fuego o agente químicos) el material íntimo.

Para eliminar el ADN en objetos y superficies en los laboratorios se usan productos de limpieza y desinfectantes. En el manual del Interpol se recomienda Microl 3 (es un nombre comercial, puede que no esté comercializado actualmente o aquí) o la clorhexidina. De hecho cualquier bactericida o desinfectante enérgico concentrado de uso sanitario puede ser adecuado, si se le deja actuar el suficiente tiempo para destruir las células. De todos modos materiales y espacios limpios se pueden recontaminar con relativa facilidad.

La transferencia secundaria de ADN.

Los rastros genéticos que dejamos tienen una vida larga, incluso de años y pueden ser transferidos de un espacio a otro, de persona a persona i entre personas y objetos… cualquier espacio y objetos compartidos por varias personas puede transferir rastros genéticos.

La transferencia secundaria (e incluso terciaria) de ADN ataca la certeza de pruebas que los jueces tienen al tendencia a aceptar con los ojos cerrados, prisioneros del fanatismo tecnólatra y del efecto CSI (la serie de TV) que la misma interpol considera un riesgo para enjaular en condiciones al personal.

De hecho en los EUA han habido absoluciones posteriores a una condena después que se atacase una prueba de ADN no acompañada de otras pruebas, incluso en el Estado español han habido algunos casos en que el valor de las pruebas de ADN ha sido puesto bajo sospecha de transferencia.

La recogida de muestras.

Con la progresiva bajada de los costes de los análisis de ADN se ha ido extendiendo la práctica policial de generalizar la toma de muestras y el análisis en detenidos y sospechosos. En la opacidad de las comisarías, sin la supervisión de una defensa motivada y competente, a menudo se toman muestra empleando, en lugar del conocimiento informado, el conocimiento desinformado, cuando no a la coacción directa, de hecho “obligar a consentir” es una imposibilidad, pero la letra pequeña de toda la burocracia permite en una situación de debilidad obtener una muestra…. Y hay que tener en cuenta que el consentimiento firmado es irrevocable.

De una toma de muestras sólo se pueden derivar consecuencias negativas para el “muestreado”, no sólo durante el proceso sino más allá:

-El perfilgenéticoda datos sobre la salud actual y futura del “perfilado”.

-El perfil da datos sobre el origen étnico… todos conocemos los resultados que han tenido las bases de datos étnicos, además, en el estado español, este tipo de bases de datos están (al menos sobre el papel) fuera de la ley.

-El perfil es individual, pero permite establecer datos de parentesco, por tanto compromete también a los familiares, de hecho diversas policías del mundo han utilizado perfiles de padres y hermanos para tratar de inculpar a una persona, y al revés, datos de un fichado comprometen a algún pariente.
-Los datos son valiosos para Aseguradoras, empresas, bancos… y por tanto sometidos a tráfico, si no sepuede evitar el tráfico con bases de datos menos íntimas, evidentemente entrar en un archivo de datos genéticos es entrar en el mercado.

-Las bases de datos están informatizadas y son pirateables.

-El hecho de que se intercambien perfiles entre policías diversas de diversos países e instituciones aumenta estos riesgos.

-Y muy especialmente, un perfil genético se puede utilizar en causas pasadas y futuras.

No es de extrañar que siempre se quiera conseguir el consentimiento antes de que el detenido pueda hablar con su abogado, cuando está estresado, desorientado y con miedo.

Ante la petición de que accedamos a un muestreo genético NOS PODEMOS NEGAR y reclamar ser atendidos por un abogado. En este caso la policía ha de obtener la autorización judicial para poder muestrear. El tema de la autorización no deja de ser un tema en debate como demuestra el caso de un condenado por kaleborroka que con losdatos de un esputo lanzado enuna celda y recogido por la ertzaintza fue condenado en un caso y absuelto en otro, e hecho la primera muestra se obtuvo cuando no existía todavía la regulación de las bases de datos, se consideró que la muestra estaba “abandonada” en la celda.

Pero que puede sucedernos si nos seguimos negando:

-No pueden tratar de obtener la muestra mediante la fuerza física o la coacción.

-En la mayoría de los casos no se ha considerado que fuese un delito de desobediencia punible.

-Es muy probable que se valore en perjuicio del acusado (como ha pasado en casos de filiación).

Seamos zorras, sigilosas y prudentes, pero también alegres y activas sigamos siendo salvajes.
Más info: http://negreverd.blogspot.com.es/2017/02/jornada-previa-lanti-mobile-world.html