“Sigo creyendo ahora más que nunca en la legítima autodefensa”. Palabras de Rodrigo Lanza desde la prisión

Recibido por correo electrónico. Mucha fuerza a nuestro compañero Rodri desde Contramadriz.

 

Compañerxs, amigxs familia…

Otra vez desde las mazmorras del Estado, el estómago de la bestia. En primer grado y FIES escribo estas palabras, aislado, pero no solo, porque sé que nuestros valores son mucho más fuertes que estos barrotes que tengo delante, que nuestro amor por la libertad mil veces más digno que su odio y que no hay pared que logre separarnos de lxsnuestrxs.

Creo en muchas cosas y un par de ellas siempre han sido que la autodefensa antifascista es la lucha más legítima que hay, y que un Estado que promueve el fascismo, el racismo, la homofobia y un largo etcétera atacará despiadadamente a quien se defienda.

Después de ser insultado racistamente, atacado por la espalda por un hombre con un cuchillo en la mano y tras un trágico desenlace, la maquinaria se pone en marcha, el Estado se hace fuerte y sabe que una mentira contada mil veces se convierte en verdad, al menos para la mayoría que necesitan. El atacante se convierte en atacado, se inventan una excusa ridícula del ataque (los tirantes) que ni siquiera aparecen en la investigación policial, el cuchillo desaparece e intentan ocultar vinculaciones fascistas y racistas. Tiran de su mejor arma: el patriotismo. El peligro en la tele soy yo, y dirán esa mentira mil veces, porque pueden y la necesitan. Siento una impotencia terrible al saberme un peón de su juego, pero no desespero, sé por experiencia que la verdad sale a flote aunque la historia la escriban los poderosos, los vencedores… por ahora.

Sé que haremos más ruido que ellos, que nuestros lazos y solidaridad valen mucho más que sus medios y sus muros. Sigo creyendo ahora más que nunca en la legítima autodefensa, en el antifascismo, en mis hermanxs en la calle, en nuestras luchas, en mi familia, en mis principios.

Por todo esto y más, aún aquí, tras todo lo que estoy viviendo, sigo sintiéndome afortunado, porque sé que cuento con ustedes, y ustedes conmigo.

Desde las mazmorras, aislado, pero no solo.

 

Rodri

02/01/2018