Sobre la salud, la sanidad y el Estado.

Extraído de comunidadenlucha

Salud y sistema sanitario son conceptos diferentes, y a menudo enfrentados.

Queremos aclarar que cuando nos desmarcamos de la defensa acrítica de la “sanidad pública”, de la marea blanca que sólo habla de recortes y presupuestos, no abogamos porque los sometidos asistamos impertérritos a cómo el poder nos deja tirados cuando no le interesamos. No pretendemos que los enfermos de hepatitis B, por poner un ejemplo, se dejen morir por no “mendigar al Estado” su salvífico tratamiento, es más, festejamos y apoyamos su lucha a vida o muerte contra unos poderes que en silencio les dejarían morir sin escrúpulo alguno para exclusivo beneficio de una empresa que especula con la salud y la enfermedad, que lejos de tener que recuperar lo invertido en investigación, comercia con una patente que compra y vende. Un mero intermediario como otros tantos que nos chupan la sangre y la vida, todo esto en connivencia con la administración del Estado y sus leyes, que protegen estas prácticas.
Que nadie se equivoque, no estamos por la desmovilización, todo lo contrario, por la agitación, extensión y profundización de las luchas, por el señalamiento de los culpables (mira a quién beneficia y verás al culpable) y por la elaboración de una crítica integral al sistema capitalista y al Estado que están detrás de toda nuestra degradación y desposesión, también en términos de salud.
En todas y cada una de las protestas y movilizaciones debería estar presente la crítica global y radical al sistema y la apuesta por su fin.

El sistema sanitario estatal está corrompido en una enrevesada madeja de intereses corporativistas, farmacéuticos y políticos que sustentan unas prácticas aberrantes, ilógicas y dañinas, después analizaremos el ejemplo concreto del embarazo y parto, pero lo mismo encontraremos si hurgamos en la salud mental o cualquier otro campo.
No, ni nos alegramos de las externalizaciones y privatizaciones ni pensamos que cuanto peor mejor. No deseamos que las condiciones de vida de nuestra gente empeoren aún mas, ni creemos que millones de personas en la miseria, desatención y desesperación sea el caldo de cultivo idóneo, el perfecto escenario para hacer proselitismo de nuestras acertadas ideas.
Por supuesto que nos afecta negativamente que suba el transporte público, que no amplíen la red de metro, que el dentista no esté en la seguridad social o que no barran bien nuestra calle. Porque todos somos politoxicómanos estadodependientes, nuestra inducida desposesión es total y somos plenamente conscientes de ello, y de que es este el principal problema de las sociedades contemporáneas, y de que estas sólo se pueden reconstruir y fortalecer enfrentadas al Estado y sus servicios y derechos envenenados, su cara mas amable.

Un pueblo maduro,una sociedad consciente, no se abandona en manos de especialistas, no lo delega todo. Parece ser que el máximo sueño de algunos revolucionarios es un futuro en el que las batas de los sanitarios y las ambulancias luzcan impreso el nuevo logotipo de la confederación en vez de el de la comunidad autónoma correspondientes, o el del nuevo país con su bella banderita.
Hay mucho que destruir, que rechazar, que cambiar,no consiste en gestionar mas eficazmente lo ya existente, hay que desmantelar, prescindir, hacer que las comunidades seamos capaces de cuidarnos principalmente por nuestra cuenta, de desarrollar formas convivenciales de vida sana.
Lo decimos alto y claro, no es que falten mas profesionales sanitarios, es que sobran, han de sobrar. La manera de gestionar salud y prevención ha de experimentar un vuelco radical. Es en esbozar esta tarea y en desarrollar y articular la crítica y las alternativas en lo que debemos emplear nuestro tiempo y esfuerzo,no en suplicar al Estado que mantenga su enajenante sistema de salud en el que no pintamos nada.
Mucho cuidado con la fe ciega en los profesionales de cada sector, entregados, parte del Estado y el Capital y que actúan para su interés. Médicos-expendedurías de recetas, agricultores químicos y/o transgénicos , ganaderos intensivos, profesores domesticadores enseñantes de mentiras..
Será la sociedad libre la que decida lo que se debe o no se debe hacer, no los “profesionales” de nada.

Cronológicamente lo primero es la concepción la gestación y el parto, así empieza nuestra vida, nueve meses y nacemos ya súbditos de un Estado y en una sociedad descompuesta. Vamos pues a abordar salud y sanidad en esta etapa de la vida.

Control de natalidad:
El Estado con su poder y el concurso de sus sanitarios ha intervenido a conveniencia sobre sus súbditos.
La esterilización forzosa de “enfermos y débiles mentales” que encubría la castración de los pobres atendiendo exclusivamente a criterios económicos (perceptores de subsidios estatales) ni fue un invento nazi, ni fue exclusivo de ellos, aunque en su entusiasmo diesen rápido el lógico paso que va de la esterilización al asesinato masivo de “tarados”. EEUU, Reino Unido,Suecia…han llevado a cabo estas practicas aberrantes.
Pensemos en el caso chino. Férrea política de hijo único, penalización y persecución de los infractores, esterilizaciones forzadas masivas manu militari, abortos forzosos, infanticidios, efecto colateral de abandono de miles de niñas a resultas del machismo y la misoginia reinantes. Este excedente, estos residuos de la política de natalidad china se convierten en mercancía en forma de adopciones internacionales.

Históricamente los estados han intervenido la natalidad, conteniéndola o alentándola según la necesidad de que las mujeres paran soldados carne de cañón o de que entreguen su vida en exclusiva a la empresa de turno sin inoportunos embarazos.
Lo cierto es que se nos ha desposeído de la capacidad de conocimiento y control de nuestros cuerpos a la hora de evitar la concepción, para ponernos en manos de la industria farmaceútica y sus intereses crematísticos. La píldora, o como millones de mujeres deterioran y comprometen su salud con la ingesta continuada de agresivos anticonceptivos hormonales de nefastos efectos secundarios, cargando sobre sus hombros toda la responsabilidad de la contracepción y desprotegidas ante las venéreas para que sus compañeros puedan hacerlo “ a pelo”.Y para mas inri, se vende como una liberación, algo moderno de mujer avanzada. Como en todo, el sexo femenino lleva siempre la peor parte.


Empezamos por constatar como en nuestra impuesta forma de vida,en un medio ambiente tóxico y una vida entregada a satisfacer intereses ajenos, lo que nos pasa factura en forma de padecimientos físicos y mentales,la fecundidad de nuestra especie se deteriora y retrae.
La omnipresencia de multitud de substancias químicas sintéticas (se crean miles de compuestos cada año que se incorporan a nuestro ambiente sin conocerse sus efectos). Algunos de los mas agresivos contra el sistema reproductivo forman parte del arsenal químico utilizado en la agricultura tras la “revolución verde” capitalista, substancias hormonalmente activas que actúan como disruptores endocrinos provocando desde dificultades mas o menos graves para concebir hasta la infertilidad,además de cánceres y otros penosos padecimientos. Estos químicos son persistentes y bioacumulativos, entran en nuestro organismo y se quedan con nosotras a perpetuidad. Un ejemplo, el DDT, tras décadas de prohibición en Occidente, sigue presente en los tejidos de quienes convivieron con él. Para que se entienda mejor, los jóvenes del campo leridano poséen el esperma de peor calidad peninsular, peor que los mayores de las grandes urbes contaminadas. Allí se produce buena parte de la fruta que comemos y los frutales reciben numerosos tratamientos fitosanitarios que acaban en sus tejidos. Pensemos en la “epidemia” de miomas uterinos entre las mujeres jóvenes que demasiadas veces desembocan en dificultades reproductivas y esterilidad.
La consecuencia de esto, de la “mutilación de tantas de nosotras, para el Sistema es la aparición de un nuevo nicho de mercado.”Donación”, léase compra-venta de semen y óvulos, inseminación artificial, fecundación in vitro…para quién pueda pagarlo, claro. El negocio es millonario, los afectados, muchos y cada vez mas, por algo estas clínicas ya se anuncian en la tele. Como siempre desde el Sistema, negocio y huida hacia delante científica, parches caros. Quien no tiene dinero suficiente queda tirado.
Como todo está relacionado, las afectaciones son variadas. En la India funcionan granjas humanas donde a mujeres pobres les son implantados embriones de americanos y europeos. Permanecen en reposo obligado, exagerado e innecesario prácticamente toda la gestación en sórdidas estancias repletas de camas, viendo la televisión, con las visitas de sus familiares restringidas hasta el día en que dan a luz una criaturita de otra raza y condición económica a la que no pueden tocar ni volverán a ver jamás, a cambio de una retribución económica a nuestros ojos ridícula, pero que para ellas y sus familias les supone un desahogo. A esta practica de granjas de cría de humanos se le ha dado en llamar “vientres de alquiler”, o mas neutro aún, “maternidad subrogada”. Nosotras decimos relaciones norte-sur, que se manifiestan sin ir mas lejos en el mismo país con la compra de órganos para trasplantes. Evoquemos las edificantes imágenes de hindúes depauperados haciendo cola con la venda sobre la cicatriz por la que se les ha saqueado-expoliado un riñón. Industria extractiva de materias primas, ganadería y minería humanas.
Recientemente el poder legislativo acometió el inicio de las reformas necesarias para legalizar la importación de estos neonatos. En el caso de los órganos su tráfico es ilícito, lo que hace que su precio se dispare y sea negocio mas apetecible para mafias, además, todas sabemos que los capitalistas son mas coherentes que el anarquista mas radical en la aplicación de la máxima “legal o ilegal, nos da igual”.El dinero acaba en las mismas cuentas de los mismos bancos y lubrica de la misma manera la economía.
Es el efecto dominó, la ciencia, el progreso, dañan algo,intervienen para repararlo, y causan mas daño, así hasta el infinito.

Volvemos, mujer encinta frente al Sistema Sanitario público o privado.
Procesos naturales y fisiológicos como el embarazo y el parto son sistemáticamente sobre-intervenidos por el estamento médico.
Recordemos la Talidomida,médicos titulados y formados por el Estado, en la Seguridad Social, en su consulta recetan este medicamento a miles de gestantes para combatir las comunes nauseas que parte de las mujeres sufren en este periodo y que no es algo patológico, ni siquiera anormal El resultado, miles de abortos, y lo que es peor, miles de nacimientos de bebés horriblemente deformados de los que buena parte muere prematuramente, y otros, sobreviven incapacitados, vidas destrozadas gratuitamente en todos los sentidos.
Para aliviar unas nauseas naturales y pasajeras se provoca una catástrofe y, lo que es escandaloso, se deja tiradas a las víctimas, hace poco un tribunal exoneró a la farmaceútica de hacer frente a indemnización alguna por prescripción del delito. El Estado, responsable absoluto, debió hacerse cargo de las víctimas y actuar contra la empresa, pero, como siempre, quedan en la cuneta, en el abandono y la indefensión mas atroz, tratadas como basura,es su modus operandi. Pero lo triste es que esto nunca debería haber pasado, y muestra los efectos de su sistema sanitario sobre nuestra salud.
A la mujer preñada se la somete a un seguimiento que incluye análisis de sangre, mínimo trimestrales, ecografías y una serie de pruebas como el “Test de Osullivan”, para la detección de la diabetes gestacional.
Este test consiste en la administración de una sobredosis de azúcar, en forma de repugnange brebaje a tomar en 5 minutos, con análisis de sangre anterior y a la hora de la toma. Esta es la curva corta. En caso de duda se realiza la curva larga, con doble concentración de glucosa y análisis cada hora durante un periodo de 3 horas en el que permaneces con una vía. Muchas mujeres vomitan, teniendo que repetir la prueba otro día, otras se desmayan y en cualquier caso en la vida real ninguna mujer sería capaz de a través de la alimentación, tomar semejante concentración en tan poco tiempo por lo que no representa ninguna situación realista. Este test se realiza a todas las mujeres, excepto que te niegues, posibilidad que la inmensa mayoría por desconocimiento, ni siquiera contemplan.
Otro asunto son los niveles, a las embarazadas se les miden los niveles de hormonas tiorideas, la línea deliminatoria para el hiper e hipotiroidismo se mueve, incluyendo a más mujeres en el tratamiento farmacológico, pastillas. La línea del hipotiroidismo se acaba de bajar.
Para que se entienda mejor, el colesterol, la tensión arterial, mover la línea unas décimas significa que decenas de miles de personas pasan a ser consideradas enfermas y se las prescribe medicación. La mafia farmaceútica (lo que descafeinádamente llaman lobby) presiona y consigue estas modificaciones y deciden quienes o nó están enfermos, las farmaceúticas financian congresos, estudios, y agasajan y compran a los médicos para vender sus productos.
La amniocentesis es una prueba invasiva que se realiza cuando se considera que hay riesgo de cromosopatías, lo cuál derivaría en afectación por el síndrome de Down, síndrome de Turner, etc. Consiste en la extracción de líquido amniotíco, para lo cual hay que atravesar la membrana placentaria, trás la prueba hay que guardar reposo y produce cierto porcentaje de abortos, ya que depende en parte de la habilidad de la persona que lo realiza.
A día de hoy existen pruebas genéticas capaces de detectar esto mismo de forma no invasiva, utilizando sólo una muestra de sangre materna, sin riesgo alguno de aborto. Estas pruebas se realizan en laboratorios privados sólo al alcance de quien pueda pagarlo.

Pero donde más claro se ve, el mejor ejemplo de intervencionismo absurdo, de despropósitos y barbaridades es tristemente el que debiera ser el magnífico momento del parto.
El parto desde hace décadas, generaciones, se ha sobre-intervenido y medicalizado, destrozado y restringido a los hospitales. Lo primero es recordar que una mujer embarazada no es una enferma. La sabiduría tradicional popular acumulada durante generaciones sobre el momento del parto ha sido liquidada, el proceso de inutilización progresiva, de desposesión, de robo de autonomía, de ninguneo que desde el poder debilita a las personas para su más cómodo sometimiento y manejo se manifiesta descaradamente aquí.
El mismo momento del parto, la gestación humana dura más ó menos 40 semanas, un 10% llegan a las 42 y algunos llegan a superar la 44. Salir saldrán, no se conoce el proceso que desencadena el inicio del parto, sí que intervienen hormonas, protaglandinas y oxitocina segregadas por la madre. Es de sentido común que el nacimiento ha de llegar cuando toque, pues ni esto se respeta. Muchos partos son programados e/o inducidos adelantando el momento sin justificación.
El parto se induce administrando oxitocina sintética a través de una vía, ésta provoca contracciones diferentes a las de un parto natural espontáneo, más fuertes, dolorosas y menos espaciadas. Su administración provoca una cascada de intervenciones como el aumento del número de cesáreas y de partos instrumentalizados (en los que se utilizan ventosa, fórceps ó espátula durante el expulsivo). Hasta hace poco a la mujer, sistemáticamente, se la rasuraba el vello púbico y se las vaciaba el intestino con una lavativa. El rasurado por ¿higiene? es absurdo, el enema ya se contraindica porque como siempre tarde, han descubierto que el riesgo de infecciones es mayor. La anestesia epidural consiste en un pinchazo intervertebral que accede a la médula espinal donde se instala una vía por la que se administra ésta. La mujer no controla su cuerpo, no siente, pierde movilidad, no puede levantarse, caminar ni adoptar muchas posturas favorables para el buen desarrollo del parto. En caso de mala punción llega al circuito del líquido cefalorraquídeo provocando como efectos secundarios fortísimos dolores de cabeza (entre el 1 y el 10%). No hace el mismo efecto en todas las mujeres, en muchas ocasiones duerme más una pierna que la otra.
Para prevenir la hipotensión que se produce en un 30-35% de los casos se suministra a la madre entre 1 ó 2 litros de solución salina por goteo previo, entre un 25-34% produce incontinencia urinaria tras dar a luz, frecuentes nauseas y vómitos, entre un 10-22% dolor de espalda postparto que dura de días a años, en un 15% fiebre, con más de 4 horas de suministro de anestesia este porcentaje aumenta. La epidural dificulta la sudoración y el latido del bebé se puede alterar, lo que aumenta el número de cesáreas. En ocasiones la mujer se desconecta del parto y se debilita el vínculo con su bebé. En un 10% de los casos no ven reducido el dolor o sienten sólo un lado, esto es fruto de una mala punción que exige mover la aguja o volver a pinchar. Algunos bebés nacen adormecidos lo que dificulta el vínculo y el inicio de la lactancia. Aumenta también el número de partos instrumentalizados.
Si la epidural se pone a los 5 cm de haber dilatado no se incrementa el porcentaje de cesáreas que a los 2 cm aumenta el 50%, a los 3 el 33% y a los 4 el 26%.
Cuando se empezó a llevar a las mujeres a parir en los hospitales muchas morían por infecciones que cogían allí, los mismos médicos que tocaban enfermos, hacían autopsias, llevaban el parto a las mujeres, hasta que empezaron a lavarse las manos con jabón deteniendo la masacre.
A la mujer se la obliga a parir en una cama, boca arriba, en una posición antinatural que ninguna adoptaría de forma espontánea, es más fácil parir de pié , a cuatro patas, en cuclillas, de lado, cambiando de posición según pida el cuerpo y no como más cómodo es para el médico. Parían solas, sin la compañía de nadie de confianza, rodeadas de gente con mascarillas, al nacer se corta el cordón prematuramente y se llevaban al neonato lejos de su madre después de azotarle hasta que arrancaba a llorar y le separaban durante horas. Esto provoca problemas en el inicio de la lactancia, en el vínculo materno-filial y en el alumbramiento de la placenta. El neonato ha de estar con su madre e iniciar la lactancia, lo que hace que se produzca más oxitocina y facilita que la placenta se desprenda del útero y éste se contraiga estrangulando la cicatriz placentaria, cerrando los vasos y evitando la hemorragia. Se corta prematuramente el cordón, se tira de él para extraer la placenta, esta maniobra puede hacer que restos de la placenta queden en el útero y dificulten la cicatrización, aumenta el riesgo de hemorragia y provoca nuevas intervenciones.
Hoy se administra oxitocina postparto para favorecer el alumbramiento por norma, esto inhibe la producción de la oxitocina propia, mucho más eficaz que el sucedáneo.
La episiotomía es el corte con tijeras de perineo en el expulsivo, supuestamente para prevenir desgarros, pero se ha realizado sistemática e innecesariamente durante años. El corte limpio es de dificil cicatrización, ha de ser suturado. Muchas mujeres refieren la episiotomía como una mutilación genital, nunca volvieron a sentir como antes. La episiotomía preventiva masiva es una aberración y una salvajada, como siempre matar moscas a cañonazos.

El índice de cesáreas es escandaloso, es ésta una intervención de cirugía mayor con recuperación más lenta y complicaciones. El inducir un parto, o sea, cargárselo, lo que se hace alegremente, lleva a aumentar el número de éstas.

La irracional y maltratante separación madre-hijo ha propiciado la desaparación de cientos de bebes robados a sus madres a las que se tachó de histéricas cuando algunas refirieron haber oído el llanto de sus hijos que nacieron supuestamente muertos. La palabra de una mujer madre poco vale ante la de los expertos médicos y las santas monjas. No hablamos de nada anecdótico.

La lactancia materna, natural, fue desterrada a la fuerza por los médicos y el sistema sanitario público, que empujó a las madres a no dar el pecho, o a abandonar la lactancia antes de tiempo. Se las hizo dudar, se las llenó de inseguridad y se las engañó, “tu leche no vale”, se saboteó la lactancia y deterioró el vínculo y la salud de millones de niños para beneficio y regocijo de Nestlé y otros fabricantes de leche de biberón. Esta misma práctica llevada a cabo en lugares del llamado “tercer mundo” donde los críos podían alimentarse de poco mas que de la leche de sus madres, que no la producían tras no iniciar o cortar la lactancia tras suministrarles muestras gratuitas de leche en polvo Nestlé, después ya se las cobraban. Miles de niños murieron de hambre y de enfermedades contraídas por beber esa leche en polvo a la que había que añadir agua, en muchos casos con gérmenes. Allí no tienen grifo ni acceso a agua potable con garantías. En estos lugares la lactancia se alarga hasta mas de tres años comunmente, lo que dispara el índice de supervivencia de estos niños.

Increible, escupen a la razón,no hay que ser pediatra ni tener estudios superiores para saber que lo inmejorable es la lactancia materna. Hay que ser muy imbecil, o muy miserable, como es el caso, para poner esto en duda.

Si, hoy los expertos recomiendan de nuevo la lactancia materna, a buenas horas, mangas verdes. Si, hoy en muchos hospitales recomiendan el “piel con piel”, esta sofisticada técnica consiste en no separar al neonato en brazos, en el regazo de su madre.¡Lo que han inventado!, lo que la humanidad lleva haciendo instintiva y espontáneamente desde su aparición sobre la faz de la tierra hasta que ellos lo jodieron forzadamente. Eso si, mucho piel con piel, y la madre ha de abandonar a su bebé en la guardería a los cuatro meses para volver a su puesto de explotación, separación antinatural y abominable. Hemos de estarles eternamente agradecidas por su gran descubrimiento,por mejorar nuestra salud y vida. Se nos desprecia y trata como a necias carentes de la mínima inteligencia, conocimiento y habilidad.
Y se nos quiere sin memoria, pues bien, esto también es memoria histórica, no hemos de olvidar a las víctimas, a las millones de víctimas de sus aberrantes prácticas y sucios negocios, de su despotismo, de su imposición.

Resumiendo, el embarazo y parto son procesos naturales y fisiológicos que normalmente no precisarían de intervención alguna. Por supuesto hoy se dispone de medios que evitan complicaciones y muertes, y han de estar a disposición. Un ejemplo, la detección de una placenta previa apareja una inevitable cesárea programada. Pero una cosa es que se haga un mínimo seguimiento ecográfico y otra que sistemáticamente la generalidad de las mujeres sea maltratada en los hospitales, que asiduamente los partos se intervengan, induzcan,alarguen y compliquen convirtiéndolos en desagradables experiencias y momentos a olvidar, haciendo naufragar la mayoría de partos que llegarían sin complicaciones graves a término si se les dejase evolucionar en paz y a su ritmo.

Se podría hablar de anticoncepción, control de natalidad, esterilizaciones y abortos forzosos, de salud mental… y hablaremos, y nos encontraremos injusticia, aberraciones, muerte, , dolor,maltrato, que es lo que siempre recibimos los mismos y siempre administran los mismos.

Nuestra salud depende en parte de nosotros mismos,de nuestros hábitos, de nuestra alimentación, debemos hacer un esfuerzo para tener criterio y saber defendernos de las malas y absurdas prácticas del sistema sanitario. No se interprete mal, hay conocimientos y avances positivos en medicina y en otras materias, y han de ser aprovechados.
Pero nuestra salud no depende, en mayor parte, de nosotras mismas, vivimos en un mundo donde prima el negocio, los intereses de los poderosos y adinerados están por encima de los de la mayoría de la gente, del bien común. Al igual que el parto, todas las facetas de nuestra vida han sido intervenidas y destrozadas, en la salud y en la enfermedad, confinados en ciudades, en un ambiente tóxico y degradado, obligados a la explotación laboral y al salario, desposeídos de todo, ultradependientes, las distopías como 1984 de Orwell,o un mundo feliz, de Huxley,ya están aquí.
Defendemos una salida colectiva a esta situación, que sólo puede empeorar,salida que pasa por el deseo de acabar con este sistema inhumano destructivo y alienante. En esa dirección pretendemos avanzar en la medida de nuestras posibilidades. Tenemos el convencimiento de que las comunidades humanas son capaces de gestionarse y organizarse sin Estado y sin Capitalismo, y para ello no queda otra que desembarazarse de ambos. Nuestra salud, sin tanto parásito, sólo podrá mejorar.

La info original, aquí:

https://comunidad enlucha.wordpress.com/