COP21. La comedia de París.

Extraído y traducido de negre i verd.

EEl mundo de la sostenibilidad , del que forman parte las cumbres climáticas, es cada vez más una especie de farándula, una especie de farsa, donde unos «negociadores», unas «partes», una constelación de organizaciones, cada vez más profesionalizadas representan papeles pre-establecidos y que son un fin en sí mismos, las ONG (muy abundantes en el sector) hacen el papel de buenos, las organizaciones gubernamentales el de responsables y los estados (incluidos el Vaticano) el de profundos reflexionadores sobre la vía más correcta… y las corporaciones?, las corporaciones van (como siempre) con el apoyo incondicional de todos los actores anteriores.
Todas estas conferencias utilizan un catálogo de siglas y de términos de argot totalmente ininteligibles para las «personas normales» … United Nations Framework Convention on Climate Change (UNFCCC), Subsidiary Body for Scientific and Technological Advice (SBSTA), Subsidiary Body for Implementation (SBI), Nationally-determined Mitigation Contributions (NDMC), New Market Mechanism (NMM), Global Public-Private Partnerships (PPPs), Framework of Various Approaches (FVA), Nationally determined Contributions (Indcar), Measuring Reporting and Verification (MRV) CMP 11, NDDPs, NDCs, SDSN, IDDRI, RDD & D, los CCS, los RED o los CDM… y así cientos de siglas y acrónimos (sin contar las siglas de las organizaciones).
Hay toda una capa de burócratas, separados de toda realidad, que tienen como finalidad auto reproducirse dentro del teatro de la organización «contra» el cambio climático (habría que decir quizás organizaciones contra el clima), tanto sean miembros de Greenpeace, como de FOH o del WWF. Las dos grandes corrientes de esta gran farsa llamada lucha contra el cambio climatico institucional son el moderado, el antiguo Climate Action Network (Greenpeace, Oxfam y cientos de medianas y pequeñas organizaciones) y el «radical», el Climate Justice Network (Attac, Amigos de la Tierra .. .). Aunque ahora van ambos juntos.
Una muestra de la impotencia de estas redes profesionalizadas han sido las manifestaciones del último fin de semana de este año en cientos de ciudades del mundo y con cientos de miles de participantes, entre batucadas, maquillajes y disfraces de animales de peluche. En Barcelona dicen que eran 5.000 personas, al final los parlamentarios participaron en una importante representación eclesial, el infame Arcadi Oliveres de Justicia y Paz y el representante en Barcelona de la teocracia tibetana Thubten Wangchen … aunque esto no lo arregla ni Dios!
Tanto es que sean representantes de los estados, como de las regiones o de las ciudades todos viven de crear  un discurso especializado, los resultados de este discurso poco importan ya que son exclusivamente un simulacro, simulacro para esconder otras prioridades, otras agendas u otras acciones.
A lo largo de la semana la «sociedad civil», el «movimientos sociales» y las corporaciones crearán espejismos y simulacros de acción … y durante unos pocos días los estados pactarán lo que interesa a las corporaciones.
Dejando al margen todo el ruido alrededor de los objetivos nacionales de reducción (los Indcar) lo que realmente se trata de hacer enla reunión de Paris es dar una vuelta (otra vez) al tema del mercado del carbono:
El mercado de carbono no termina de funcionar, todo el diseño giraba en torno a precios más altos de los que ahora se pagan (unos 6 € por tonelada, el valor de una caña y unas aceitunas), con este valor no hay ningún tipo de especulador (fondos buitres, ratas capitalistas diversas …) que quiera «arriesgar» cuando los beneficios son tan escasos. Así que los fondos capitalistas (y muchos estados, como la china) se dedican a invertir en otros aspectos del cambio del clima, invierten en tierras cultivables (millones de hectáreas acaparadas en África y Asia), en bosques (y plantaciones como las de la palma de aceite) y de recursos hídricos, hay miles de millones de euros en fondos financieros «climáticos» ..
Lo que ahora desea el petrocapitalismo es terminar de amortizar sus infraestructuras y agotar los yacimientos Todo ello, como hasta ahora, con la subvención de los fondos públicos evidentemente.
Hay varios mecanismos para lograr esto, pero lo que ahora está más de moda es el secuestro de carbono y la geoingeniería. El secuestro, ya sea en la vegetación, en el fomento de la bioenergía o en plantas de bombeo del dióxido de carbono hacia depósitos subterráneos. Los más citados en cuanto a la geoingeniería, son la «gestión de la radiación solar»: alterar la atmósfera para reflejar parte de la radiación solar esparciendo productos químicos y la «fertilización» con hierro del mar para aumentar la productividad biológica y fijar el CO2: alterar más lo que ya está alterado !!.
Otra buen negocio «contra el cambio climático» sería «la agricultura inteligente», que no es otra cosa que la agricultura industrializada reciclada a hostias: semillas patentadas, transgénicos, fertilización masiva y os indiscriminado de agratòxics, ahuyentando los campesinos para dejar lugar a la agroindustria.
También se trata de poner en valor (y comerciar con ellos) los «servicios ecosistémicos» convirtiendo la biodiversidad y los ecosistemas en nuevos recursos a explotar (créditos de carbono).
Todo ello con el fin de mercantilizar y monetarizar lo poco que quedaba sin estar en las garras del capital (al menos no totalmente), el aire y lo que es natural.
Los estados y las corporaciones capitalistas son los que destruyen el clima, y sólo acabando con ellos hay alguna posibilidad de enderezarlo, los gobiernos, las ONG, la Alianza por la Justicia Climática lo único que hacen es profundizar la crisis, dar justificaciones a los perpetradores y promover nuevos productos financieros climáticos.
Un 1% de la población acapara / consume un 50% de la riqueza, si prescindimos de este 1% nos quedaremos igual y reduciremos en un 50% las emisiones de GEI, seguramente un 5% de la población mundial acapara el 75% de la riqueza, si prescindimos de este 5% reduciremos en un 75%, el 25% que nos queda puede bastar para mantener a todos, el problema no son el 95%, el problema son el 5% acaparador.

Hasta ahora siempre habían sido arrojados por la borda de la nave tierra a los pobres, ya van siendo hora de que tiramos a los ricos. POR UN PLANETA LIBRE Y SALVAJE !!.