[Chile] Nuevo número de CONFRONTACIÓN (octubre-noviembre 2020)

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¡NADA HA ACABADO!
SEGUIMOS EN REVUELTA CONTRA TODA AUTORIDAD.

A un año del inicio de la revuelta desatada en Chile
desde el 18 de octubre de 2019, seguimos propagando CONFRONTACIÓN.

Saludando a todxs quienes se han mantenido activxs en la lucha contra el
orden establecido antes, durante y después del llamado «estallido
social» continuamos en la calle con un nuevo numero impreso.

Estamos en los días en que se cumple un año desde el 18 de octubre y
traemos con nosotrxs la rabia anárquica hacia este sistema opresor con
el calor de los momentos de lucha que seguimos compartiendo entre
compañerxs y con cómplices circunstanciales y solidarixs al calor de la
revuelta.

Tenemos también la memoria fresca de cada escena de represión
y violencia estatal sobre nuestrxs cuerpxs/mentes y lxs de tantxs
asesinadxs, torturadxs, agredidxs y mutiladxs. Agregamos al contexto
actual el plebiscito del día 25 de octubre para un posible cambio en la
Constitución, una trampa institucional que no nos convoca ni nos
representa.

Como cada momento en la historia, nuestro contexto tiene sus propias
posibilidades, dificultades y desafíos que configuran el escenario de
lucha. Acá queremos compartir algunas reflexiones, interrogantes e ideas
prácticas que sirvan para conectarnos con las inquitudes y deseos de
aquellxs que se niegan a permitir el triunfo de la normalidad impuesta
por Poder y de las ilusiones democráticas puestas hoy a la orden del
día.

POR UNA VIDA LIBRE CONSTRUIDA SOBRE LAS RUINAS DEL VIEJO MUNDO DEL
ESTADO Y EL PODER.

Para quienes desde hace años hemos propagado la revuelta en palabra y
acción contra toda autoridad, la lucha no pasa por los cambios en el
aparato del Estado. Llevamos un año ya de una revuelta que posee
componentes variados y cuyo horizonte de ruptura con el orden
establecido logró  lamentablemente ser entrampado por la ilusión de
supuestos cambios estructurales a partir de la posibilidad de una
modificación constitucional, solución reformista pactada por la clase
política en noviembre de 2019 ante la imposibilidad de detener el avance
infrenable de una revuelta violenta sin lideres ni dirigentes.

Con mayor o menor desconfianza hacia el proceso electoral constituyente,
amplios sectores se han plegado a las soluciones ofrecidas por la
institucionalidad, canalizando las energías y debates hacia ese
escenario, con lógicas similares al plebisicito realizado en 1988 para
retornar a la democracia por la vía pacífica luego de casi una década de
protestas masivas y accionar subversivo antidictatorial. Ese plebiscito
-como experiencia que traemos hasta el presente- surgió también del
pacto entre la dictadura y una clase política dispuesta a asegurar la
pacificación social y la continuidad del regimen económico y político
imperante.

POR FUERA Y EN CONTRA DE TODA INSTITUCIÓN, CÁRCEL Y LEGALIDAD.

La historia demuestra que toda ilusión y cambio parcial vale para el
poder si se trata de de poner freno a las rupturas que permitan
imaginar/construir formas de vida y de acción opuestas al Estado y la
autoridad.

La experiencia histórica entrega variados ejemplos que demuestran
que quienes administran el orden social buscan siempre proteger su
sistema y, de ser necesario, se abren a la posibilidad de reinventar las
páginas de sus propias constituciones escritas con sangre, represión y
fórmulas autoritarias que garantizan la continuidad y dependencia con el
Estado. Pero no les daremos en el gusto.

La legalidad, la justicia estatal y las soluciones insitucionales
siempre han buscado perpetuar el orden social contra el cual nos
levantamos en CONFRONTACIÓN con lo existente. Por eso los reclamos
ciudadanos para que haya justicia en contra de los agentes que llevan a
cabo la represión o los llamados a «abolir» las intituciones policiales
y penintenciaras no tienen sentido real si no se plantean desde la
destrucción del poder, del Estado y la sociedad carcelaria en la que
vivimos.

QUE LA REPRESIÓN NO DETENGA LA INSURRECCIÓN

Siendo parte de los hechos actuales, sabemos que la vigilancia y la
represión están literalmente a la vuelta de la esquina. Sabemos que el
paso de la pandemia no solo trajo una crisis socioeconómica y sanitaria
producto de la evidente opción estatal por proteger al modelo
empresarial -opción que nada de nuevo tiene-, sino que también hemos
visto cómo ha aumentado la instalación de cámaras, el uso de drones y la
normalización de una vida cotidiana marcada por la presencia militar, el
toque de queda, el monitoreo tecnológico a los desplazamientos y las
restricciones de movilidad.

Sabemos también lo que sienten, piensan y viven lxs compañerxs que aun
en prisión mantienen viva la llama de la revuelta, a quienes no dejamos
a su suerte en las jaulas del poder.

Por todo esto, asumimos la importancia de cuidarnos y conocernos entre
nosotrxs mismxs, de afilar nuestras prácticas e ideas, de conocer cada
vez más al enemigo y cómo funciona su represión, no para quedarnos en la
denuncia de las injusticias, al contrario, para continuar luchando aun a
pesar de la sofisticación del control social.

NADA HA ACABADO!

Nuestra lucha no tiene que ver con hacer del Estado un enemigo más
sensible e inclusivo. Las leyes, donde quiera que aparezcan, solo son un
instrumento para la represión y la pacificación social. La libertad no
se encuentra en las jaulas de la autoridad y por eso la insurrección
anárquica arrasa con toda idea de mejorar las cárceles o de tomar el
poder.

Por eso, desde este espacio – uno más dentro de muchos-, invitamos al
encuentro con otrxs individuxs en lucha sin tranzar nuestro
posicionamiento anárquico/anti-autoritario y también al fortalecimiento
de lazos de compañerismo y compicidad con nuestrxs afines, alejandonos
de toda influencia autoritaria e izquierdista que busque
instrumentalizar
nuestra pasión destructora/creadora.

Porque solo en el ataque a la dominación, en la destrucción de toda
forma de poder y en la propagación de relaciones libres de autoridad,
encontramos la real libertad. La agitación y la violencia de la revuelta
no son «etapas» para presionar y mejorar al Estado sino que una
permanente ofensiva contra todo poder y autoridad.

Con agitación y acción multiforme,
seguimos en CONFRONTACIÓN.

$hile, octubre-noviembre 2020.

confrontacion@riseup.net