Desde Lampedusa y Cagliari hasta Kos y Kalymnos: Los Estados están emprendiendo una guerra contra los inmigrantes en lucha por su libertad.
Traducido desde actforfree.nostate.net
Una semana de protestas, manifestaciones, marchas y represión en las islas del mediterráneo que se están volviendo, cada vez más, centros de identificación y reclusión donde cientos de inmigrantes están luchando para continuar viajando a sus destinos a lo largo de Europa.
Lampedusa (Italia):
El 11 y 12 de agosto docenas de inmigrantes menores de edad recientemente llegados a Lampedusa salieron del centro de inmigrantes y descendieron hacia el puerto con la intención de abandonar la isla, como falsamente les habían prometido. Fueron detenidos por varios cuerpos policiales desplegados en el centro y en el área de alrededor, y persuadidos para que volvieran al centro, gestionado por varias ONG. Llevaban carteles de protesta contra las identificaciones forzosas. También manifestaron que querían irse todos juntos y no ser dispersados en grupos pequeños, y que querían reunirse con los adultos con los que habían hecho el viaje hacia Europa.
Cagliari (Cerdeña):
Cientos de inmigrantes, principalmente Eritreos recientemente desembarcados en Cerdeña, han acampado en Plaza Matteotti y en la zona del puerto desde el 6 de agosto, intentando embarcar en los ferries y salir de la isla sin ser identificados. El alcalde intervino en la disputa y dijo a los inmigrantes que se les permitiría salir en grupos pequeños pero que “tenían el deber de pasar por el proceso de identificación y no podían escaparse de los procedimientos requeridos por la ley”.
El 11 de Agosto inmigrantes Eritreos y Sudaneses se dirigieron al ayuntamiento de la ciudad y bloquearon el tráfico mientras eran vigilados por policía municipal, carabinieri y policía del estado. Más tarde la prensa anunció el fin de la protesta: después de muchas promesas por parte de las instituciones, y por supuesto también amenazas y chantajes, la mayoría de los inmigrantes volvieron a los centros de inmigración. Pero al día siguiente, 12 de agosto, se retoma la protesta: primero los inmigrantes se movieron hacia el puerto, cuyas vías de acceso fueron cerradas por las autoridades, y entonces comenzaron una manifestación espontánea en las calles de Cagliari, a lo largo del Viale la Plaia y Via Roma, y se concentraron finalmente afuera del ayuntamiento. La concentración duró hasta la noche. “Somos presos. No tenemos elección: vamos a hacer una huelga de hambre”, dijeron los inmigrantes. Están desarrollando su lucha con el objetivo de abandonar la isla sin ser identificados o fotografiados.
Kalymnos (Grecia):
El 10 de agosto 200 inmigrantes se concentraron en los locales de la autoridad portuaria de la isla del mar Egeo. Llevan aparcados en la isla desde hace días bajo un calor insoportable, con una única ducha y un único lavabo para cientos de adultos, niños y bebés. Los inmigrantes rechazaron que les tomaran las huellas dactilares si querían ir al continente.
Su protesta fue reprimida no solo por la guardia costera sino también por “civiles” armados con palos y escopetas. Bajo la amenaza de las armas los inmigrantes fueron obligados a retirarse. La prensa local informa de que se usaron también petardos (paper bombs) para intimidar a los inmigrantes.
Kos (Grecia):
Cientos de inmigrantes (7.000 de acuerdo con algunas fuentes), mayoritariamente sirios pero también Afganos y Africanos, desembarcaron en la isla Griega en las últimas semanas, una isla que está situada a unos cuantos kilómetros de las costas turcas y por lo tanto es de fácil acceso incluso en barcas improvisadas. No hay “facilidades” para los inmigrantes, ni siquiera las más básicas, en la isla. Fueron improvisados pequeños campos en los espacios públicos de la isla. Pronto el alcalde hizo una llamada a “liberar” esos espacios de la no deseada presencia de inmigrantes. Las fuerzas del orden respaldados por fascistas locales logro desmontar muchos campos y movieron a la fuerza a los inmigrantes hacia el estadio para poder identificarlos. Los inmigrantes protestaron contra las identificaciones, las largas detenciones y la ausencia de necesidades básicas (agua, comida, refugio, servicios sanitarios) y fueron reprimidos por la policía con granadas de ruido, porras, cuchillos y también agua a presión. Como perdieron el control de la situación, las autoridades y las fuerzas del orden transformaron el estadio en un auténtico campo de concentración, unas 2.000 personas quedaron encerradas sin agua, comida, techo o servicios sanitarios. La solicitud hecha por las autoridades locales al gobierno central fue rápidamente cumplida: fue precipitadamente enviado a la isla un avión C130 que llevaba a dos unidades de los antidisturbios MAT. Los antidisturbios se desplegaron alrededor del estadio y reprimieron la protesta de los presos con porras y sprays de pimienta.
Médicos Sin Fronteras (MSF), que se encontraba en el lugar, rompió el silencio sobre lo que estaba ocurriendo junto a periodistas y activistas locales. MSF dijo que hubo 6 heridos por la violencia policial, 26 personas sufrieron ataques de pánico causados por las granadas de ruido y el gas lacrimógeno y 30 personas sufrieron desmayos por las terribles condiciones de reclusión.
Más tarde el estadio fue gradualmente vaciado. Alrededor de 150 inmigrantes, mayoritariamente sirios desembarcados recientemente, están detenidos a la espera de ser identificados.
La noticia original: http:// actforfree.nostate.net/?p=20738#more-20738