El «anarcoterrorismo» no tiene capacidad para atentar, dice ahora la Fiscalía General del Estado.
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Como cada año, se ha hecho pública la Memoria de la Fiscalía General del Estado, presentada al inicio del año judicial por la Fiscal General del Estado Consuelo Madrigal. Como es habitual desde hace ya una década, en el apartado sobre el (por ellos denominado) «terrorismo anarcoinsurreccionalista» se incluye un resumen de la posible evolución y tendencia durante el año en curso de ese tipo de «criminalidad». Pues bien, pese a las alarmas policiales sobre supuestos atentados cometidos o por cometer, desde la Fiscalía aseguran que «la actividad terrorista anarquista será tendente a cero en el año en curso» y ratifican la ausencia del «terrorismo anarquista» durante el pasado 2014.
Pese a que en años anteriores se ha insistido con frecuencia en el aumento de las actividades del «terrorismo anarcoinsurreccionalista» tanto a nivel del estado como en el extranjero (con la vuelta del espectro del «triángulo anarquista mediterraneo» incluida), parece ser que ahora redirigen sus energías represivas no tanto hacia la persecución de los autores de los «atentados anarcoterroristas» sino contra los que participen en los conflictos sociales, pues ante la imposibilidad de desplegar nuestra «actividad terrorista» parece ser que ahora «el insurreccionalismo encuentra un nicho de acción entre las manifestaciones y los conflictos sociales. En un claro intento por instrumentalizarlas y radicalizarlas, el insurreccionalismo se infiltra en estos movimientos. Como resultado, lo que se puede preveer como un conflicto social de baja peligrosidad, degenera en situaciones tales como el desatado en el desalojo de «Can Vies» en mayo o los violentísimos actos del 22 de marzo, en que, por primera vez, se intenta matar a un policía.
Como resultado a todos estos factores, el año 2015 se prevé como un periodo con actividades insurreccionales destinadas a su recuperación orgánica y a mantener la estrategia de radicalización y violencia en los conflictos sociales«.
Así que ya podemos tomar nota de por donde van a ir las estrategias represivas del Estado.
Otra nota curiosa de los apartados dedicados al «terrorismo»: pese a la reconocida ausencia de actividad por parte de ETA, GRAPO y el «terrorismo anarquista» y la escasa actividad de la fantasmal «Resistencia Galega» (convertida de hecho en organización terrorista gracias a la imaginación de periodistas, policías, jueces, fiscales, y a la inestimable ayuda de un sucio chivato arrepentido), han sido incoadas más diligencias previas en la Audiencia Nacional que en años anteriores, alcanzándose los niveles de procedimientos del año 2011, amparándose en la excusa de la persecución del «terrorismo yihadista», el fantasmal enemigo principal del estado en este momento.
¡El Estado es el único terrorista!
¡Revolución social por la Anarquía!
J.J. Benítez
El apartado concreto de la memoria:
4.2.3.5 Anarquismo insurreccional
a) Evaluación sobre el estado actual de la amenaza
El año 2014 se ha caracterizado por una la inexistencia de acciones terroristas vinculadas al anarquismo insurreccional. Este relevante hecho se debe a varios motivos relacionados con la actividad policial y con la propia idiosincrasia de la táctica «informal» del movimiento insurreccional.
Tal y como la documentación analizada demuestra, el fenómeno insurreccional aspira a ser «desorganizado, asambleario y carente de estructuras». Con el ánimo de impedir la «penetración policial» y de hacer más impredecible la actividad violenta, el insurreccionalismo se encuentra altamente atomizado en lo que se conoce como «grupos de afinidad». Los GAC serían la coordinadora de estos grupos, con la única finalidad de dar un sentido global y amplio a la actividad insurreccional dispersa. Si bien es cierto que esta metodología dificulta la actividad policial, supone un limite a las capacidades el movimiento. Al carecer de estructuras de liderazgo, logísticas, financieras y armadas propiamente dichas, las capacidades de los grupos anarquistas se ven seriamente afectadas y su crecimiento orgánico y armado es muy limitado. Este factor limitante impide que el anarquismo insurreccional español ejecute acciones violentas altamente
sofisticadas.
Por otra parte, la actividad policial y judicial está demostrando una gran eficacia; con la Operación PANDORA que culminó con la detención de once activistas y con el procesamiento de los presuntos autores del atentado contra la Basílica del Pilar, por un delito de pertenencia a «organización terrorista».
Estas dos realidades, la alta atomización del movimiento que le impide un crecimiento orgánico serio y la eficacia jurídico-policial, hacen preveer que la actividad terrorista anarquista será tendente a cero en el año en curso.
Ante esta imposibilidad de desplegar su actividad terrorista, el insurreccionalismo encuentra un nicho de acción entre las manifestaciones y los conflictos sociales. En un claro intento por instrumentalizarlas y radicalizarlas, el insurreccionalismo se infiltra en estos movimientos. Como resultado, lo que se puede preveer como un conflicto social de baja peligrosidad, degenera en situaciones tales como el desatado en el desalojo de «Can Vies» en mayo o los violentísimos actos del 22 de marzo, en que, por primera vez, se intenta matar a un policía.
Como resultado a todos estos factores, el año 2015 se prevé como un periodo con actividades insurreccionales destinadas a su recuperación orgánica y a mantener la estrategia de radicalización y violencia en los conflictos sociales.
b) Acciones terroristas, detenciones, juicios y sentencias
A diferencia del año anterior (con 8 acciones de esta naturaleza), en el 2014 no se ha perpetrado ninguna acción terrorista.
Se han producido 16 detenciones (6 más que el año anterior), de las que 15 lo han sido en España y una en Italia, ésta última de un individuo reclamado por la Audiencia Nacional en virtud de OEDE del Juzgado Central de Instrucción n.o 1, que finalmente ha sido entregado. A destacar que 11 personas han sido detenidas por la Guardia Civil y los Mossos d’Squadra en el marco de la operación «Pandora» contra el anarquismo insurreccional, hechos por los que se siguen diligencias previas en el Juzgado Central de Instrucción n.o 3.
No se ha formulado ningún escrito de acusación, y se ha dictado una sentencia por hechos de esta naturaleza en los que ha resultado condenado el único individuo acusado.
Aquí puedes descargar la memoria completa:
https://www. fiscal.es/memorias/memoria2015 /FISCALIA_SITE/index.html
En este medio de intoxicación de masas, un resumen de las «actividades terroristas» reseñadas en la memoria:
http://www.eldiario .es/politica/Resistencia- Galega-capacidad-atentar-anarquistas_0_428707506.html