Organizarse y combatir. Mensaje de la Coordinadora de las Sombras.
Extraído de contrainfo
Donde los que no tienen nombre,
O cuyos nombres no conoce nadie todavía,
Preparan en la sombra llamaradas
Para fechas vacías que veremos arder.
A las y los anarquistas de aquí y de allá,
a la juventud que resiste,
a nuestrxs compas
a quien nos quiera escuchar.
Seguimos viendo pasar estos agobiantes días bajo la inercia y el sinsentido, constante pesadumbre, hondo vacío; es la vida sobejada por el yugo del imperio global. Enraizado en esta era el sistema de dominación busca afirmarse como única posibilidad, su mundo nos tiene entretenidos e inmóviles, las distracciones se funden con un miedo profundo y maquillado que reafirmamos todos los días. Comodidad, silencio y años de frustración. Allá afuera el tedio y las balas asesinan civiles, las cámaras de vigilancia y los satélites espaciales y microscópicos se esparcen por doquier, las grandes y pequeñas máquinas del “desarrollo” desgarran nuestras comunidades, la masividad se infiltra en nuestra vidas; el lenguaje planetario nos deja sin palabra.
Aún la disidencia busca construir su discurso con el alfabeto de los impostores, se erosionan los terrenos de la rebeldía entre ideologías, opiniones e inmovilidad, se reconfigura el reformismo, reaparece la disidencia “alternativa”, renace la izquierda salvadora, toma nombre y voz la insurrección de los realistas; todo tiende al compromiso.
El sistema-mega-estructura pone las cartas sobre la mesa, la estrategia es global y a futuro; eliminar lo diverso, evitar la experiencia común, sostener la aberrante producción, homogenizar las existencias, asimilar las potencias, aplastar las uniones autónomas, suprimir de los tiempos la posibilidad del quehacer libre, controlar hasta el ultimo resquicio de vida.
Nos han impuesto las condiciones de una guerra que de ahora en adelante nos vemos obligados a librar. Apretamos los dientes, alzamos los puños, preparamos la artillería casera,guardamos silencio y también nos hablamos.
Acá alguna palabras.
Empezamos:
¡Todo o nada!
No nos vemos, más aquí estamos.
Cada quien en su lugar.
Los que hace algunas fechas nos increpaban indignados con argumentos inmovilistas vuelven al lado de los gestores de lo existente, se esconden en lo instituido, se repliegan a la política y a la academia. Los fieles defensores del orden citadino (de la urbe, sus asquerosos flujos y monumentos) tienen que regresar a sus cómodas posiciones. Ellos no estaban en las calles para pelear cosa alguna, nunca asumieron sus consignas; los masacrados no iban a ser vengados, la revolución no era la respuesta ante la falta de soluciones, no iban a cobrar ojo por ojo ni diente por diente, no había puño de acero; cuando tocaron a su gente, se escondieron y pidieron piedad. Y sí, se los decimos en sus caras, fuimos esos a los que cobardemente señalaron: los infiltrados, los provocadores, los resistentes, los anarquistas, los incorregibles desestabilizadores. Y mantendremos la lucha en cualquier lugar en el que nos encontremos.
Otros tantos nos gritaban molestos: ¡No hay condiciones! y el hecho de que estos profesionales de la politiquería “revolucionaria” (socialista, estatista y nefasta) hayan creado nuevos cuadros políticos, extendido su poder geográfico-financiero, hace que puedan volver a repetirlo en próximas fechas: ¡No hay condiciones! Y así podrá continuar el engaño, los maestros de la hipocresía podrán, entre la calma de un mar sin tempestades, lanzar sus redes de cooptación para seguir en su interminable búsqueda de las “condiciones revolucionarias”,mismas que parten de otros absurdos como son el “sujeto histórico” y la “acumulación de fuerzas”.Es innegable que los partidarios del fascismo rojo hablan con cadáveres en la boca, las estructuras políticas e ideológicas que sostenían su prédica se desquebrajan ante la implacable reestructuración del dominio capitalista, se demuestran incapaces de participar en los nuevos enfrentamientos globales, no tienen nada que decir ante la crisis humanx-ecológica. Quienes no quieran atacar la estructura podrida del orden mundial, sino gestionar su estado y su modelo de producción, no podrán ser, nunca más, llamados revolucionarios.
Algunos de ellos ante la constancia y decisión de nuevos actores rebeldes cambian su fachada; se vuelven plurales y populares, abren los brazos a la diversidad, le quitan rigidez al dogma. Están aquí, embarrados con fraseología “autónoma, libertaria, comunitaria y radical”, ante lo que tenemos que ser agudos e ingobernables. Que se hundan con sus anacrónicas estructuras, con sus estériles lógicas cuantitativas y de guerra político-policiaco-militar. Al carajo los resquicios del marxismo, fuera de las intenciones liberadoras, los profesionales de la demagogia,que no le vengan a hablar a la nueva insurgencia autónoma de dictadura anti-estatal del proletariado, menos aún de poder popular. Que saquen sus sacrílegas, cristalizadas y aburridas doctrinas coloreadas de negro del cauce indómito de la lucha antagonista. Ningún combate más en sus horarios, ni el mínimo compromiso con la “masa popular” y con sus eternos “representantes”,saltémonos de ahora en adelante la trampa de la “unidad revolucionaria”, y no nos dejemos cegar por el poder ni por las lógicas de crecimiento cuantitativo, pues ese nunca ha sido nuestro objetivo, ellos persisten en su ávido ejercicio de poder sobre las masas, nosotros solo actuamos directamente, destruyendo lo que nos destruye. Recobremos la memoria de los irreductibles libertarios, los que fueron traicionados y enfrentados con saña por quienes en sus tiempos, querían también, imponer sus pútridas estructuras en vez de avanzar hacia la lucha emancipatoria. Porque nosotros hablamos de rupturas, de revueltas, de nuevos lenguajes, de existencias en duelo a muerte conla resignación, porque sabemos quienes son y sabemos que gente de su calaña llevó a la tragedia las avanzadas de miles de hombres y mujeres dignxs.
¡Ni olvido ni perdón!
Allá afuera en las campañas visibles de los “luchadores sociales” el escenario no es más alentador. Los maestros abandonan sus plantones, las organizaciones se aferran en ser organizaciones, priorizan la estructura sobre sus “principios”,los meses para tomar las calles parecen ser parte del calendario oficial de la federación. Las asambleas convenciones nacionales populares y los estudiantes civiloides siguen hablando de “concientizar a la ciudadanía”, de “ir preparando las condiciones para…” Y no es del todo ingenuidad, apóstoles de la resignación, predicadores de la ideología del sacrificio, vividores por excelencia, maestros del oportunismo y guardianes de sus privilegios, no se atreverán a arriesgar nada, no cambiarán el discurso, no darán vuelta al rumbo, no escogerán jamásla lucha directa. En los campos del movimiento social, “no hay condiciones” –usando su repetida consiga- para aquellos que tenemos muchas cosas que perder y muchas cosas también que ganar.
Fuera de estos conocidos sectores, compas en lucha se enfrentan al enemigo, se reorganizan ante sus embestidas. Hemos observado y vivido los aparatosos despliegues policiaco-militares, las campañas de exclusión que generan los aparatos propagandísticos de los de arriba, hemos visto el frenético avance de la contra-insurgencia que se mimetiza con el espacio colonizado por la modernidad. Hemos visto como la represión arremete contra jóvenes en Veracruz y Puebla, como ha desatado una violenta campaña para apresar a lxs compas ácratas del mundo, golpeando a las nuevas generaciones de combatientes en Chile, Grecia, España y en los territorios que nos son cercanos. Desde estas líneas enviamos un mensaje de solidaridad guerrera para ellos y ellas.
¡Nada ha acabo!
Herid la moral. Lo moral es lo real. Haced que el hombre se avergüence de obedecer. Suprimid el sacerdote, el capitán, el patrono, el magister. Matad el principio de autoridad donde lo halléis. Que el hombre lo examine todo por sí. Que sea responsable de sí propio. Si cae, que sea siquiera porque se equivoca él, no porque se equivoca otro. Combatamos al jefe, a todos los jefes. Tenemos dentro de nosotros todo cuanto necesitamos.
Rafael Barret.
No retrocedemos… permanecemos, no intentamos… podemos, no mendigamos… robamos, no apagamos… quemamos, no esperamos… ansiamos. La Conspiración no se detendrá jamás, porque no es meramente una organización, es una corriente de ideas y las ideas no se pueden detener. La fecha no se ha marcado todavía en el calendario. Todos los meses, las semanas, todos los días están siempre disponibles. Uno de estos días va a ser marcado con una sonrisa, la sonrisa de nuestro encuentro por la continuación de NUESTRA aventura.
Conspiración de las Células de Fuego.
Y están ahí las centenares de comunidades que se sublevan, todos aquellos y aquellas que luchan por liberar sus territorios, por reconstruir y defender sus formas de reproducir la vida, están los pueblos que asumen y protegen sus tradiciones, sus tierras, sus aires, sus vientos y sus ríos.
Están quienes incendian avenidas, palacios, supermercados, patrullas y esbirros del orden, quienes reniegan de lo existente y hablan fuerte con piedras y petardos. Que se vayan, que se larguen, que se hundan. Venganza, aventura, placer. La sangre corriendo por las venas, los ojos fieros y atentos, la vida, afirmándose, rondando entre calles y madrugadas.
Que no se nos hable de anarquismo, ese de federaciones y siglas, ni de partidos reconstituidos, ni de ejércitos, por más populares que se digan. Que tampoco nos hablen de militancia, ni de disciplina, menos de educación, no necesitamos los conceptos de los carceleros para construir nuestros discursos. Aquí hay personas comunes haciendo lo imposible a través de cosas sencillas, la espontaneidad como táctica de una elaborada estrategia. Aquí hay piedras, grandes avenidas y muchas ganas de cobrar deudas con la bastarda policía. Aquí hay deseos, ansias de arruinar la escenografía moderna, muchas ganas de romper el guión impuesto y de llevar la vida a veredas inexploradas, de hacer la revolución y la anarquía verbo en presente, tensión constante.
Acá no debatimos sobre individualidad versus sociedad, de organización versus espontaneismo, quien quiere hacer cosas con su vida y con el mundo, quien quiera cambiar su realidad y su entorno, no tiene tiempo para buscar volver realidad las abstracciones e ideales que ha memorizado. Los conceptos limitan los combates reales, estos se dan con personas de apie, con hombres, mujeres y compxs saturadxs de rabias, crecidxs en el miedo, criadxs por el agobio, hijxs de pesadumbres inenarrables. Gente como nosotrxs que creció entre la iglesia y el televisor, entre la familia y la escuela, y que un día decidió no ser más una pieza y acogió sus descontentos, plantó su grito y afirmó su NO.
Aquí no hay una historia escrita. Los poderosos quieren prever lo que haremos, quieren leer nuestros movimientos.Esperan de nuestra parte martirio y sacrificio, esperan un gran plan, esperan el día en que decidamos asaltar el castillo. ¡Compxs! que sigan esperando, el tiempo de los héroes ha terminado, el nuestro será el tiempo de los bárbaros. Hagamos de cada día una oportunidad para el saqueo, para el boicot, para la edificación libre, para el encuentro y las palabras acaloradas. Nuestras intenciones no han sido lineales y eso no es una desventaja, no actuamos acorde a los calendarios de los poderosos, hagamos impredecible nuestro hacer, descontroladas nuestras avanzadas. Que jamás entiendan nuestro ritmo. Qué nunca nos puedan emboscar.
No por llamar a ser escurridizos caemos en posturas limitantes como lo es la idealizada clandestinidad, llamamos a tratar de andar en la invisibilidad sin dejar de ser nocividad en lucha, el llamamiento es a coordinarnos y a comenzar a movernos entre las sombras. No hablamos de bajar las banderas, solo de no hacer nuestros símbolos una señalética puesta en un lugar visible, regalada al enemigo para encontrarnos, es preferible burlarnos de ellos, mientras nos buscan en la luz nosotros destruiremos y volveremos a construir en la oscuridad.
A alistarnos desde ya.
A estar preparados contra la reacción, a defender nuestros espacios de posibles recuperaciones, de dudas al respecto, de posibilidades amoldadoras, hay que hacer la autonomía, una barricada cotidiana, construir infraestructura del hacer común, del placer colectivo, de la resistencia irreductible, hacer de la praxisalgo más que activismo, que reconocimiento o que un gueto de representantes.Detener las avanzadas de los gestores de la esperanza, de los salvadores y los mesías; desenmascararlos y atacarlos. Salgamos del encierro individual, del academicismo ignorante y de las falsas comunidades ofertadas por el espectáculo.
Avancemos hacia el punto donde no hay retorno, en dirección al enfrentamiento abierto.Para esto dejemos de luchar solos, busquémonos, hay que pintar las ciudades, saturar pasillos, casas, trabajos y centros de domesticación (“educación”) con materiales, libros, folletos, carteles y periódicos.
Necesitamos bocinas por donde hablar, lugares donde encontrarnos, necesitamos cuidarnos, construirnos redes,como escribíamos hace 2 años, la insurrección necesita sabor, ritmo, lenguaje, todo aquello que nos afirma como individuos-comunidades autónomas, ya que de de esto está compuesta nuestra felicidad y la de los nuestros. Y en este mundo de frustraciones, reconstruir la felicidad se vuelve una bandera de guerra.
Este es nuestro camino. El conflicto materializado, la experiencia viva, la autonomía efectiva, la práctica rebelde avivada con todo el combustible que la puede hacer perdurable; con el arrojo, la rabia, el cariño, el arrebato, la creatividad y la locura. La propaganda-propagación de nuestras desviadas conductas (la acción revolucionaria, si así se le quiere llamar) será experiencia viva, agitación gozosa, intervención auditiva, visual, aromática y sensorial. La lucha es un persistente nosotrxs. Una piedra en la bota de los totalitarios, una bicicleta desafiando a los policías de metal, un pequeño huerto manteniendo la ofensiva contra la gris ciudad, un par de planes macabros esperando su momento, un grupo de amigos que le plantan cara a los granaderos y se divierten ridiculizando su supuesta autoridad, una forma de vivir, que apuñala con un cuchillo pequeño pero afilado el aburrimiento y la resignación, que busca, cavando hoyos en la tierra, madrigueras en las que cultivar la ternura y el don desinteresado, la fuerza negadora, el gesto innegociable, el placer creativo y destructor. Desde ese nosotrxs seguimos buscando como descarrilar el avance de la historia, como construir un buen vivirenemigo de lo establecido.
Seguimos viendo pasar los días, entre ruidos agobiantes e incoherentes, el bullicio de estas calles es el eco de la esclavitud moderna, seguimos frustrados en el tráfico, molestos con nosotros mismos por ineficientes. Eso allá. Y de este lado el silencio, la oscuridad, los gestos cómplices, el amor desinteresado, el trabajo a mano y el camino a pie. Los planes de los clubs insurrectos, las compañías de inadaptados que con molotovs en las mochilas y las manos laboriosas se mantienen atentos, esperando y haciendo, ocupados en construir y defender lo que se recupera y nace.
¡A asumir la guerra!
¡Demos paso a la ofensiva!
¡Vivan las células de ataque y todos los proyectos de lucha refractaria! ¡Vivan los emisarios del caos! ¡Los agentes de la nada creadora!
¡Un saludo lleno de amor a todxs lxs luchadorxs presxs en el mundo!
Organizar nuestras tinieblas, erguir las sonrisas, concretar nuestros odios, querernos mucho y desafiarlo todo.
Coordinadora de las Sombras.
Cuarto mensaje desde la guerra en los territorios oprimidos por el estado Mexicano.
Finales de Septiembre 2015.