[Brennero, Italia] “Orgullo de ser anarquista… ¿Quiénes son los violentos?”
Extraído de La Rebelión de las Palabras que traduce de ogajeironagavea
“Del río que todo lo arrastra se dice que es violento,
pero nadie llama violento al dique que lo oprime…”
– Bertolt Brecht
El túnel sobre los Alpes en la ciudad italiana de Brenner sirve de paso fronterizo para las personas que circulan entre Italia y Austria. Este sábado pasado unas 500 personas solidarias con las migrantes protagonizaron una batalla campal contra unos 1000 policías antidisturbios armados hasta los dientes a sólo 100 metros de este paso fronterizo. Los falsimedios, en su tergiversación habitual de los enfrentamientos entre manifestantes y policías, destacan la violencia de las primeras, señaladamente de las anarquistas, por lanzar petardos y piedras contra el muro policial. La noticia de estos mentirosos no reporta casi nada del por qué de esta manifestación y sólo intentan criminalizar la solidaridad.
Pero yendo a los hechos, esta era la tercera convocatoria en Brennero del movimiento “No Borders” (Fronteras No) en el espacio de un mes; las razones más que obvias para quien quiera saber y no se quede con lo que dicen en la “caja boba” y en los “panfletos” del régimen.
Recientemente el parlamento austríaco aprobó medidas de asilo más rígidas que permiten que las migrantes, incluyendo las que llegan de países en guerra como Siria, puedan ser rechazadas en menos de una hora tras decretarse el “Estado de emergencia”; una medida que incluso ONG’s “pacifistas” como Amnistía Internacional consideran que “va a minar el propio principio de protección de las personas perseguidas que huyen de la guerra” y “son una tentativa flagrante para mantener a las personas fuera de Austria”. Pero esas medidas no se quedaban ahí, y el gobierno austríaco además anunciaba planes para erigir, en ese paso fronterizo, que es el principal enlace entre Italia y Alemania, una valla de cuatro metros de altura por 370 metros de cumplimiento, aunque todo indica que no se va a construir, de momento, por exclusivas razones económicas, dado que no cuenta ni con el beneplácito del gobierno italiano ni de lxs jefxs europexs como Merkel o Juncker, el presidente de la Comisión Europea, quien declaró que bloquear esta frontera de los Alpes “tendrá no sólo consecuencias económicas graves sino sobre todo pesadas consecuencias políticas” (si bien cuando estos hablan de política, hablan de dinero).
Razones suficientes como para que las anarquistas italianas y austríacas se movilizasen, pues como anarquistas nos oponemos a los Estados que fomentan el nacionalismo, levantando muros y cerrando fronteras, y también a los Estados que apoyan el capitalismo global y la libre circulación del dinero y ponen veto a la entrada de las personas; además como solidarias continuaremos apoyando la libertad de movimiento en general de las personas, que deben poder desplazarse y vivir donde quieran, ya sea para huír de situaciones difíciles o para mejorar sus condiciones de vida.
Por su parte y según recogen los mentirosos (fieles portavoces de los gobiernos capitalistas) “fueron enviados mil policías antidisturbios para la frontera, algunos de ellos austríacos, ya a la espera de enfrentamientos, dado que había informaciones de que entre lxs manifestantes de la zona del Trentino italiano, estarían anarquistas miembros del Black Block, un grupo que causa disturbios en las protestas, venidos de toda Europa, sobre todo de Grecia, Alemania y Austria.” (sic)
Mil policías contra quinientas solidarias.
Pese a estar en franca minoría numérica, las anarquistas no se achantaron con el Estado de sitio policial y el inevitable enfrentamiento tuvo lugar tal y como cuentan las compas de Abordaxe que recogen la crónica de la Agência de Notícias Anarquistas, ANA.
Yo, desde aquí, lanzo mi voz para que esas movilizaciones se extiendan por todo el globo con el fin de acabar con estas políticas antimigratorias asesinas. Podrán encarcelarnos (según los datos difundidos habría entre 5 y 11 personas detenidas tras esta protesta), podrán apalearnos (los falsimedios sólo hablan de los pobrecitos policías que resultaron heridos y que varían entre 4 y 18) y ahogarnos con sus gases apestosos; pero nunca nos quitarán las ganas de pelear por un mundo mejor sin fronteras ni gobiernos asesinos que sólo miran por la pela.
Y yo en mi mástil sigo sintiéndome orgulloso de ser anarquista.