Contra la tolerancia. Contra el diálogo. El fascismo se cura sangrando… A raíz de lo sucedido en Murcia.
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Hace unos días, era viral un vídeo donde se mostraba una paliza propinada por un grupo de 10 personas encapuchadas, mayormente hombres, a una chica a la salida de una discoteca en Murcia. En el vídeo se veía a la afectada por la paliza tirada en el suelo mientras este grupo de personas pegaba patadas y puñetazos durante un breve rato antes de dispersarse.
La primera reacción de la mayoría de personas (nosotrxs incluidxs) fue rechazar tajantemente ese acto, considerarlo violencia de género o, en el mejor de los casos, una condenable muestra de cobardía, abuso de fuerza y macarrismo, totalmente excesiva y fuera de lugar. Sin embargo, no tardaron en llegar, por parte de fuentes en Murcia, tanto antifascistas como otras personas que conocen a la agredida pero que no están vinculadas a movimiento alguno, más y más informaciones que decían que la agredida es una conocida militante neonazi, apodada con el prepotente sobrenombre de “La Intocable” y que es famosa por sus reiteradas agresiones a personas LGTBIQ, personas racializadas, así como militantes antifascistas, agresiones que ella organiza y en algunos casos protagoniza. Tales rumores se fueron confirmando con distintos testimonios, que salían al paso de las condenas iniciales.
A pesar de ésto, hubo personas que continuaron condenando la agresión bajo diferentes pretextos. Hubo quien afirmó que por mucho que la “víctima” fuese una fascista responsable de ataques y humillaciones a personas migrantes, racializadas o personas LGTBIQ, eso seguía sin justificar una agresión de 10 contra 1, y que ese era un acto cobarde. Bien, estoy de acuerdo, y esa actitud sólo nos acerca a su detestable y cobarde manera de hacer las cosas, siempre en grupo y por la espalda contra objetivos que se encuentran en inferioridad numérica o van solos por la calle (a no ser, claro, que tengan cerca escuadrones de antidisturbios, que entonces sí que se crecen y tiran para adelante sabiendo que no corren ningún peligro). No obstante, un testimonio anónimo de una persona en Murcia afirma que la agresión no se produjo así, sino que la neonazi golpeada se había enzarzado previamente con otra chica, provocando la reacción del resto de antifascistas presentes. Por lo tanto, el presunto carácter deliberado del 10 contra 1 entra en tela de juicio y ya no está tan claro.
También hubo quien sin haber entendido nada de la historia habló demasiado deprisa de violencia machista. Es posible (y probable) que exista un componente machista en que 10 hombres cisgénero golpeen así a una mujer sola por muy nazi que sea, pero ¿qué se debe hacer si no hay otras mujeres en ese momento para actuar? Os recordamos que según un testimonio la primera agredida por esta tía esa noche fue otra chica. Evidentemente, sería ideal que personas LGTBIQ, personas racializadas etc. fuesen quienes devolviesen a esta escoria toda la rabia y dolor que les ha hecho sentir a ellas o a sus compañerxs, pero tampoco podemos censurar, ni mucho menos definir como “machista” una paliza a una de las principales exponentes del fascismo, la homofobia, la transfobia, el racismo etc. en Murcia.
Por supuesto que en todo hecho hay un componente de género a analizar. Vivimos en una sociedad patriarcal, a cuya cultura y valores misóginos nuestros movimientos desgraciadamente no son impermeables ni ajenos, y en este suceso también habría que analizar lo ocurrido con las gafas moradas y con una perspectiva de género para poder sacar conclusiones que nos permitan continuar deconstruyendo nuestros comportamientos y aquello que hemos interiorizado del Patriarcado y de otras opresiones que nos atraviesan. No obstante, que se deba analizar aparte el suceso (junto con todo lo demás que vemos, decimos, hacemos, pensamos diariamente) con una perspectiva específica de género, no quita que la violencia contra el fascismo no sólo sea una herramienta válida de autodefensa, sino también un recomendable recurso de ataque, y es más, es el único que nos parece efectivo y lógico si consideramos la clase de ideas a las que nos estamos enfrentando y la complicidad de la que gozan gracias al apoyo tácito de jueces, policías, y medios de comunicación. La prensa burguesa, al dar la noticia, se limitaron a MENTIR DESCARADAMENTE diciendo que la agresión había sido porque la agredida llevaba una pulsera con los colores de la bandera española. No mencionan el tatuaje con la runa Odal (simbología empleada habitualmente por neonazis) que la agredida lleva en un dedo, ni tampoco su hobbie de apalear migrantes, homosexuales, personas trans etc. Eso sí, no han tardado en etiquetar a les agresores como «ultraizquierdistas» o como «radicales de extrema izquierda» (sic).
Otras personas condenaron la agresión porque dicen estar “contra toda la violencia”, y es a raíz de estos comentarios tan desafortunados sobre los que una vez más creemos que hay que pronunciarse.
El hecho mismo de sugerir un debate con el fascismo implica reconocerlo como interlocutor válido. Ésto, a su vez, implica tolerarlo, y si toleras al fascismo, estás PERMITIENDO que el fascismo continúe aplastando personas por no ser españolas, por no tener papeles, por cruzar “nuestra” frontera de forma irregular escapando de guerras que esas personas no han buscado ni provocado pero que han destruido sus países y acabado con su futuro, guerras que nuestro gobierno junto a otras democracias de la UE han armado, financiado y causado, rechazando ahora a sus víctimas a las puertas de la fortaleza europea; estás PERMITIENDO que el fascismo siga extendiendo ideas basadas en la discriminación y el odio, ideas reaccionarias, totalitarias y repugnantes totalmente opuestas a toda noción de libertad, respeto o convivencia, y que sólo refuerzan y protegen las estructuras de este sistema genocida y mantienen la miseria, la explotación, la desigualdad, la opresión; estás PERMITIENDO que el fascismo se haga fuerte, que continúe creciendo gracias a que lxs “buenxs ciudadanxs pacifistas” os dedicáis a censurar las respuestas que surgen contra él cada vez que actúa, y a tragaros la basura manipulada de los medios de comunicación que despolitizan y vacían de contenido sus agresiones tratándolas como simples hechos aislados o como problemas entre pandillas, ocultando el problema y dándoles voz y espacio para seguir GOLPEANDO, APUÑALANDO, ATERRORIZANDO.
Para empezar, vuestro papel de “seres de luz” produce unas náuseas increíbles. La gente como vosotrxs, impecables hipócritas, sois la mejor garantía de śupervivencia del fascismo y de otrxs opresorxs que encuentran en la pasividad mayoritaria el perfecto hábitat para sus ideas infectas. Nos parece muy curioso el hecho de que vuestros argumentos, del tipo de «la violencia nunca es justificable» o «hay más formas de lucha que la violencia» NUNCA vayan acompañados de propuestas prácticas realistas. Lxs hay que hasta dicen esto después de reconocer que los tribunales y la policía protegen al fascismo, o que su balanza esta descompensada a favor de éstos. ¿Hay más formas de combatir al fascismo que la violencia? Vale, bien, ahora preguntamos… ¿cuáles? ¿denunciarles a esa «Justicia» que dejó libres a los asesinos neonazis del hincha deportivista Jimmy y a los neonazis de San Sebastián de los Reyes que apuñalaron y casi matan a dos jóvenes anarquistas hace unos meses?, ¿debatir con ellxs, con el fascismo? ¿cuáles son esas supuestas «formas de combatir al fascismo aparte de la violencia» a las que tanto apeláis? Nuestras preguntas no son retóricas, nos gustaría que algún día algunx de vosotrxs nos diese la respuesta, aunque sabemos que hay más posibilidades de derrotar al fascismo a corto plazo que de que vosotrxs, santurrones, nos aclaréis esta duda. Lo vuestro no es rechazo a toda forma de violencia (comer carne es violencia, las actitudes machistas que seguramente tendréis más de uno son violencia, votar y con ello legitimar a este gobierno genocida es violencia, beber coca cola, un producto de una multinacional criminal, es violencia, comprar ropa en Inditex fabricada por niñxs de 10 años explotadxs en Bangladesh es violencia…). Lo vuestro es simple hipocresía y escapismo. Y estamos un poco hartxs.
Nos parece muy bien que os sintáis mejor con vosotrxs mismxs así, evaluando y censurando moralmente los actos ajenos sin jugárosla vosotros, siempre desde el sofá, desde la distancia, analizando la realidad que os rodea a través de titulares e instantáneas. Nos parece muy bien que os sintáis mejor creyendo que así estáis dando ejemplo de “tolerancia”, pero os vamos a contar un secreto, queridxs liberales:
El fascismo no es tolerable. El racismo no es tolerable. La misoginia no es tolerable. La transfobia no es tolerable. La opresión clasista no es tolerable. El capacitismo no es tolerable. La violencia que sirve para oprimir, para imponer tu voluntad sobre otrxs, para maltratar, discriminar o dañar a otras personas por razones arbitrarias como su etnia, su lugar de procedencia, su sexo, su género o su orientación sexual NO ES JODIDAMENTE TOLERABLE BAJO NINGÚN MALDITO CONCEPTO.
No todas las ideas son respetables. No todas las ideas son válidas. No todas las ideas son justificables diciendo que son “tu opinión”. El momento en el que tu opinión se traduce en someter o dominar a otra persona o afecta a su bienestar por un simple rasgo de su condición humana, esa idea deja de merecer cualquier permisividad. No es justificable ir insultando a la gente por su color de piel o por llevar velo. No es justificable ir golpeando o intimidando a personas por besarse o amarse siendo del mismo sexo. NO LO ES Y PUNTO, y no hay nada más que discutir. Si consideras que tienes algo que decir respecto a esto, ¡sorpresa! Eres racista/homófobo/clasista.
No hay opresiones tolerables, hay opresiones que tú NO VIVES, NO SUFRES, NO AGUANTAS, y por eso deberías callarte cuando alguien te lo señale o prepararte por si una de las víctimas de esa opresión decide por fin reemplazar la paciencia por la contundencia.
Para nosotrxs, no existe espacio alguno para el diálogo ni la tolerancia. Hemos asumido que el fascismo es nuestro enemigo y que por mucho que la Democracia capitalista y la escoria socialdemócrata traten de convencernos de que todo ha terminado, la guerra no ha acabado y el fascismo recupera fuerzas, protegido por lxs mismxs cuyos intereses siempre ha respaldado más allá de las excusas y falacias panfletarias que repletan su asqueroso discurso. No hay entendimiento. No hay paz. No la hay ni va a haberla, ni queremos que la haya, y advertimos que nos da exactamente igual el punto de vista de tanto “buen samaritano” porque detrás de todas esas cínicas moralinas y sus falsas equidistancias sólo se esconde el conformismo, la comodidad y un montón de privilegios que nos negamos a perdonar, a consentir y a aceptar.
Lxs compañerxs en Grecia lo dejaron claro con sus incesantes ataques al fascismo, vengando el asesinato de un compañero antifascista a manos de neonazis del partido Amanecer Dorado ajusticiando ellos a balazos a dos fascistas, además de incendiar sus locales y sedes, y no concederles ni un sólo milímetro de espacio sin que exista esa tensión y sin que se sientan amenazadxs. Deberíamos tomar ejemplo. Al fascismo nunca se le ha derrotado con debates y palmaditas en la espalda, y todxs esxs demócratas que os llenáis la boca con discursos que demonizan rabias ajenas sois lxs mismxs que luego lamentáis tiempos del franquismo y agradecéis a todas aquellas personas que dieron sus vidas por acabar con el fascismo y construir un mundo más justo y libre donde poder vivir sin opresores. ¿Es que acaso os pensáis que esas personas que tanto recordáis y cuyo valor tanto alabáis, combatían al fascismo con abrazos y luz celestial? ¿Acaso pensáis que lxs partisanxs que dieron sus vidas combatiendo al ejército nazi en los territorios ocupados, que sabotearon sus ferrocarriles, que introdujeron armamento en campos de concentración permitiendo el desarrollo de rebeliones internas como la de octubre de 1944 en el campo de concentración de Auschwitz, combatían al fascismo con la palabra y la ingenuidad como únicas armas? Y por favor, no nos vengáis con que eran otros tiempos, porque el fascismo puede, en efecto, estar debilitado, pero sigue vivo, y se está regenerando. Sus agresiones aumentan, su impunidad también y sus filas son cada vez más gruesas, aprovechándose de la desesperación y la falta de referentes de esta estafa llamada crisis con la que la banca transnacional nos estafa y se ríe de nosotrxs por enéima vez. El fascismo que antaño asoló Europa y el fascismo que hoy en día apuñala, golpea y mata a nuestrxs compañerxs y a otras muchas personas migrantes, LGTBIQ, etc. no son dos entes diferentes, sino dos momentos distintos de un mismo proyecto político de dominación, que no debemos en ningún caso subestimar ni infantilizar, ni tomarnos a la ligera. Por eso, vale ya de chorradas y juicios de valor sin sentido.
No vamos a extendernos más. Si no te gusta lo que lees nos da igual, no escribimos para caerle bien a nadie ni para que uséis nuestras palabras como digestivo para verdades incómodas. Eso sí, sirva nuestra conclusión de cierre a modo de advertencia:
La neutralidad ante una situación de abuso SIEMPRE favorece a quien abusa y perjudica a la víctima. Por lo tanto, si defiendes a un fascista, prepárate para ser tratadx como un fascista.
Muerte al fascismo y a toda autoridad.
Porque no son invulnerables, ¡que recuerden que ellxs también sangran!
Unxs antifascistas orgullosxs de su intolerancia