Ataque a oficinas inmobiliarias en Tetuán
Recibido por correo electrónico.
La noche del 17 de abril, fueron destrozados con martillos los escaparates de dos inmobiliarias en el barrio de Tetuán. En sus fachadas quedaban los mensajes “Especuladores” y “Las casas son para quienes las habitan” con una A circulada.
Estigma y ruido mediático sólo fueron la primera parte y un precedente perfecto para llenar de policía el barrio. El anuncio de la futura instalación de cámaras de videovigilancia en la zona de Alvarado parece una forma perfecta de apuntalar el hostigamiento policial que va en aumento desde hace unos años.
Con un barrio estigmatizado y desvalorizado, inmobiliarias, promotoras y constructoras se frotan las manos. No hace mucho que se erigen decenas de grúas nuevas en las calles vecinas, que escuchamos por las mañanas la maquinaria y el impacto de una industria que llena sus bolsillos destruyendo nuestro barrio. Quieren construir, quieren hacer negocios con nuestras casas; entonces llegan los desahucios y los desalojos.
Decenas de nuevos bloques donde amontonar personas, con su distribución espacial alienante, aislante. El espacio común muere en pro del almacenamiento de nuestras vidas. Aparecen nuevas fachadas limpias, brillantes, y por supuesto baratas (para ellos). Aparecen con ellas MiAlcampo, KFC, Decathlon, Rodilla y quizás alguna sucursal bancaria más de las que ya teníamos.
El nivel del barrio sube, pierde su historia, su forma, sus vecinas. Un barrio nuevo se anuncia, limpio, acotable, controlable, moderno, caro, rentable… Un barrio en el que ya no cabemos. Un barrio cómodo y perfecto para el capitalismo y el control social.
Defendamos nuestra vida, nuestro espacio, nuestra libertad. Por cada expulsión, por cada nueva grúa anunciando la especulación, por cada cámara y cada patrulla que pretenda asegurar que la miseria avanza bajo total seguridad… Actuemos.
Por la anarquía.