COP25 NO!! Es hora de volver a encontrar la ilusión en las calles y en la lucha.
- Recibido por correo electrónico
COP25 NO
Ni en Chile, ni aquí, ni en ningún lugar.
Es hora de volver a encontrar la ilusión en las calles y en la lucha.
¿Por qué no aceptamos la cumbre climática?
1. No queremos asesinos en nuestra ciudad La cumbre será presidida por la Ministra de Medioambiente de Chile, Cristina Schmidt. El gobierno de España está colaborando estrechamente con Chile para organizar esta cumbre, a la cual asistirá obviamente el presidente Piñera. Han sido muchas las imágenes que nos han llegado a través del Atlántico de asesinatos, agresiones, violaciones y detenciones por parte de las fuerzas de seguridad del Estado Chileno hacia el pueblo insurgente, esto sin mencionar las causas que han llevado a la gente a enfrentar este conflicto. No aceptamos acoger a asesinos como Piñera y su gabinete de
gobierno. Pero tampoco aceptamos a Bolsonaro que ampara y ejecuta la destrucción del Amazonas tratando de aniquilar a los pueblos originarios que aún habitan su territorio; ni las políticas descaradamente racistas de Trump… No aceptamos que los dueños del mundo vengan a Madrid a lavar sus manos manchadas de sangre. Ellos son los primeros responsables de la devastación de este planeta, y sabemos que no podemos esperar ningún cambio o salvación que venga de su mano.
2. Nos solidarizamos con el pueblo chileno y todas las comunidades indígenas del territorio que sufren la opresión del Estado Chileno La cumbre estaba pensada para tener lugar en Chile, y se ha cambiado de emplazamiento a última hora debido al enorme estallido social que está viviendo el país. Hay que tener poca vergüenza para simplemente trasladar la cumbre y seguir con sus agendas políticas y de paso mitigar el señalamiento internacional mientras el territorio chileno arde y sus calles se llenan de sangre. La crisis climática y la crisis social no son cosas desconectadas. Los líderes del mundo no se hacen cargo de estas problemáticas, porque son fruto de sus propias políticas e intereses. Que una cumbre global se pare debido al levantamiento de la gente de Chile, sólo sería una mínima consecuencia de esta situación, de la cual por supuesto el mundo debe hacerse cargo. Porque no podemos seguir con la normalidad mientras las desigualdades sociales se agrandan y la tierra se muere a merced del expolio capitalista. Hace tiempo que la normalidad paró en Chile. La nuestra no puede continuar impasible, el COP25 tampoco.
3. El cambio climático está en nuestras manos
Los políticos se llenan la boca con el cambio climático para obtener legitimidad y rédito electoral. Mientras tanto, el Capitalismo es global, y arrasa con el territorio, imperturbable. Los intereses políticos llevan a las grandes potencias a chocar y hacen imposible llegar a acuerdos globales en muchas materias, además de que los intereses políticos van siempre ligados de los de las grandes empresas y su propio beneficio económico. Mientras tanto, el modelo capitalista está profundamente arraigado y hace imposible un cambio real que no pase por trastocar profundamente el sistema económico y político global. El cambio que requiere esta situación de emergencia climática es profundo. Necesitamos una ruptura radical que deseche el modelo social, político y económico vigente. Podemos esperar a que este cambio venga milagrosamente de alguna cumbre o parlamento, pero probablemente esto sea lo más parecido a esperar a la muerte. Es urgente tomar la acción por nuestra propia mano, señalando y atacando directamente a las empresas y organismos que están devastando la tierra. El cambio sólo puede venir desde abajo, de la mano de la autoorganización y la acción directa sin esperar a que sean otros los que tomen la decisión.
¿Qué podemos hacer frente a esto?
La historia de las contra cumbres ya es amplia, y además bastante ilustrativa. La lucha puede tomar muchas formas distintas, pero todas debemos ir a una en contra de esta situación. Ahora más que nunca, se hace obvio cómo el cambio social y el cambio climático van de la mano. Es una gran oportunidad para interseccionar nuestras luchas y medir fuerzas, en un contexto de creciente malestar y conflicto social. El
Estado Español ha tenido un gesto muy valiente al convocar un evento así con tan poca antelación, ayudando a Piñera a escapar un poco de su foco mediático. Nosotras no podemos pasar por alto el contexto que esto lleva detrás. En solidaridad con las rebeldes de Chile y contra la devastación de la tierra a manos de gobiernos y empresas, nos toca actuar. Animamos con esto a todos los colectivos y organizaciones comprometidos con el cambio social y en defensa de la tierra, a empezar a preparar la contra cumbre. Es momento de que los colectivos empecemos a proponer movilizaciones y acciones, así como vemos fundamental que en los espacios liberados se gestione alojamiento para el apoyo desde otros
lugares. La desidia y la pasividad han dominado el contexto social y político en el Estado Español mucho tiempo tras los últimos estallidos sociales de hace años, la política parlamentaria ha jugado con nosotras mientras permanecíamos atentas a periódicos y pantallas, esperando el gran cambio prometido sin obtener nada más que precariedad en nuestras condiciones de vida y trabajo. Es hora de volver a encontrar la ilusión en las calles y en la lucha.