[Análisis] Consecuencias inesperadas de la anarquia frente al feminismo

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Consecuencias inesperadas de la anarquia frente al feminismo en México – PDF con fotografías de referencia y notas al pie

La multiplicidad de formas que en las últimas décadas han tomado los anarquismos, nos lleva a replantear  las  tendencias  y  estrategias  que  están  reconfigurándose  o  emergiendo  dentro  de  estos y de su influencia en otras luchas. Aquí,  se  vuelve  necesario distinguir, un principio que se  mantiene  en  los  anarquismos  y,  que  les  mantiene  fuera  de  la  fauna  liberal  o  de  izquierda  que se asume como ácrata. Tal principio lo pudiésemos definir como una ética que, deviene en una   afrenta   a   cualquier   forma   de   poder   jerárquico,   construida   desde   lo   común   en   la   individualidad. Por lo tanto, entender hoy en día al anarquismo como una ideología sería una miopía que lleva a concebir aberraciones como el “anarcocapitalismo” o al entendimiento del zapatismo  y  de  muchas  formas  de  feminismo  como  anarquistas.  Pensado  en  estos  últimos,  valdría la pena recordar a Emma Goldman quien despotricó    contra las mujeres sufragistas de su  época  (primera  ola  del  feminismo),  bajo  el  entendido  de  que  la  libertad  no  se  podría  alcanzar  en  las  urnas.  Hoy  día  los  feminismos  son  tan  diversos,  los  hay  reformistas  con  simpatía por el Estado, con visiones autoritarias y esencialistas sobre el cuerpo, así como otros totalmente liberales, unidos bajo el manto de la ausencia de una crítica contundente  contra el poder, pero también dentro de ellos hay algunos que se articulan bajo una ética anarquista.

Breve cronología del movimiento

 

Las  movilizaciones  feministas  en  diferentes  partes  del  mundo  se  han  agudizado,  en  América  Latina, se han hecho más evidentes tras la irrupción de la denominada “marea verde” que, en 2018 pedía la despenalización del aborto en Argentina. En México, su influencia se hizo notar rápidamente. Las marchas y los performance feministas (como “un violador en tu camino” [2]) se volvieron  tendencia  en  redes  sociales  y  espacios  públicos.  En  centros  de  trabajo,  en  centros  educativos,  dentro  de  instituciones  e  incluso  dentro  de  espacios  izquierdistas  o  anarquistas,  emergiendo la denuncia anónima como herramienta política, para exponer cualquier forma de agresión entendida como “violencia de género”. Hecho que hizo endeble los posicionamientos de  anarquistas,  pues  algunas  veces  se  llegó  a  recurrir  a  la  justicia  del  Estado  para  arremeter  contra los agresores e incluso muchos de estos, se volvieron ávidos legitimadores del proceso de   justicia   exigiendo   pruebas   o   demandas   oficiales   para   reconocer   o   no,   su   agresión.   Mermando  la  posibilidad,  de  pensar  o  crear  vías  para  dar  resolución  a  estos  procesos  sin  la  necesidad del Estado.

Bajo este contexto, es que ahora vemos una vinculación bastante estrecha entre anarquismos y feminismos, no podemos determinar que posturas, colectivos o individualidades se deben de reconocer  como  anarcofeministas,  pues  se  encuentran  en  un  proceso  de  consolidación  y  reformulación  constante.  El  16  de  agosto  de  2019  en  la  Ciudad  de  México  se  convocó  a  una  movilización por parte de diferentes grupos, colectivos y colectivas para pedir justicia por una joven  que  fue  violada  por  policías,  la  cual  terminó  con  una  insurrección de  mujeres  que  vandalizó inmobiliario público y con la quema de una estación de policía.

 

En  ella,  el  Estado  hizo  gala  de  una  represión  con  “enfoque  de  género”  propia  de  la  agenda  progresista que mantiene. En los primeros días de julio de 2020 se montó un plantón frente al palacio  nacional  por  parte  de  los  familiares  de  mujeres  asesinadas  que  no  han  encontrado  justicia  en  las  instancias  correspondientes.  En  plena  pandemia  los  casos  de  feminicidio  y  de  violencia  intrafamiliar  aumentaron,  ante  esto,  el  presidente  se  mantuvo  con  una  actitud  machista y conservadora negando estos hechos de manera rotunda y promocionando la venta de  boletos  de  la  rifa  del  avión  presidencial,  como  era  de  esperarse  diversos  sectores  se  sintieron agravados. Así pues, a un año de la quema de la estación de policías un bloque negro de  menos  de  200  mujeres  se  manifestó  nuevamente  el  16  de  agosto,  siendo  cobijadas  por  el  calor de 1600 granaderas quienes arremetieron contra ellas de manera sutil. Eventualmente el plantón  frente  al  palacio  nacional  se  retiró,  pues  estuvo  bajo  un  constante  hostigamiento  de  las autoridades además de que las inclemencias del tiempo no ayudaron.

 

El  2  de  septiembre  de  este  mismo  año  en  las  oficinas  de  la  Comisión  Nacional  de  Derechos  Humanos (CNDH) ubicada en el centro histórico a unas cuadras del palacio nacional, se dio cita María  Isela  Valdez  quien  se  había  arrodillado  ante  el  presidente  para  pedirle  justicia  por  la  desaparición de su hijo en 2014. En esta ocasión, María Isela junto con Marcela Alemán y Silvia Castillo,   madres   de   una   niña   víctima   de   violación   sexual   y   de   un   joven   asesinado,   respectivamente,  se  presentaron  ante  Rosario  Piedra  titular  actual  de  la  CNDH,  quien  no  les  atendió  por  no  traer  bien  formulada  su  carpeta  de  investigación.  Ante  esta  negativa,  Silvia  amenazó con suicidarse y Marcela decidido encadenarse a la silla.

 

Rosario Piedra,  la CNDH y los tentáculos del poder

 

hora  bien,  ¿Quién  es  Rosario  Piedra?,  ella  es  hija  de  la  activista  Rosario  Ibarra una  de  las  primeras  madres  en  emprender  la  búsqueda  de  su  hijo,  Jesús  Piedra,  quien  fue  detenido  en  1974 por  estar  vinculado  supuestamente  en  un  asesinato  perpetrado  por   la  “Liga  comunista  23  de  septiembre” [3].  Desde  entonces  a  la  fecha,  ha  encabezado  una  búsqueda  por  su  hijo,  fundando  el  Comité  Pro  Defensa  de  Presos,  Perseguidos,  Desaparecidos  y  Exiliados  Políticos  (Comité  ¡Eureka!).  Actualmente  la  hermana  de  Jesús  Piedra  se  encuentra  como  titular  del  organismo  que  supuestamente  procura  se  respeten  los  derechos  humanos,  ungida  por  la mano del presidente, es que llega a este puesto. Ante esto, debemos de preguntarnos ¿Cómo el  dolor  de  la  pérdida  de  un  hermano  en  manos  del  Estado  se  trasforma  en  el  deseo  de  un  puesto de gobierno? Si bien, se nos podrá increpar diciéndonos que busca una mejoría social esperando que su  dolor  no  se  repita  en  alguien  más,  esta  mejoría  jamás  saldrá  de  los  parámetros  que  le  convengan  al  Estado  o  a  las  manos  del  capital,  por  lo  tanto,  no  podemos  esperar más que, una buena administración y gestión sobre nuestras vidas por parte de ellxs. Como  anarquistas,  ningún  funcionario  público  o  gobierno  nos  podrá  ofrecer  la  libertad  que  anhelamos y mucho menos la justicia que aclamamos.

 

La Okupa “Ni una Menos” una aguja en el corazón del Estado

 

Tras  el  encadenamiento  de  Marcela  Alemán,  fueron  llegando  a  las  instalaciones  de  la  CNDH  feministas  a  apoyarla  hasta  que  el  día  4  diversas  colectivas  entraron  y  tomaron  el  edificio  proclamándolo  como  una  “Okupa”,  más  adelante  las  primeras  mujeres  que  iniciaron  la  protesta  se  retiraron  de  las  instalaciones.  En  los  días  posteriores  renombraron  el  lugar  llamándolo  “Okupa  ni  una  menos”,  interviniendo  las  paredes  y  las  pinturas  de  personajes  históricos como Francisco I. Madero o Morelos, hecho que enardeció al presidente.

 

Este  hecho  alentó  a  más  mujeres  a  que  accionaran  contra  otras  instalaciones  de  la  CNDH  en  otros  estados.  Una  de  ellas  fue  la  toma  de  la  sede  de  la  Comisión  de  Derechos  Humanos  del  Estado  de  México  (CODHEM)  en  Ecatepec  el  10    de  septiembre,  buscando  repetir  la  acción  llegaron a irrumpir a las instalaciones, sin embargo, en la madrugada del día siguiente llego la policía  a  sacarlas  del  espacio  de  forma  violenta  y  en  vehículos  no  oficiales,  llevándoselas  detenidas [4. Ante estos hechos, la Okupa Ni una Menos se pronunció repudiando la actuación del  gobierno,  por  otra  parte,  algunas  individualidades  decidieron  ir  a  las  instalaciones  ese  mismo día para vandalizarla y terminar quemándola.

 

Bajo  esta  coyuntura  el  sábado  12  un  grupo  de  mujeres  encapuchadas  toman  la  estación  del  metro chabacano, exigiendo el cese al hostigamiento policial a los vendedores informales que hacen entregas en el metro de sus productos [5].

 

El  14  de  septiembre  la  “Manada  Periferia”  realiza  una  acción  en  un  puente  peatonal  en  Valle  de Aragón, Nezahualcóyotl, Estado de México. A la par, en la Okupa Ni Una Menos se realiza la “Antigrita”  con  un  programa  artístico  cultural  y  un  mitin  con  algunas  madres  agraviadas,  en  este  evento  la  señora  Yesenia  Zamudio  quien  encabeza  el  frente  “ni  una  menos”  se  muestra autoritaria y al día siguiente se hacen públicas algunas fricciones que posteriormente llevaron a una ruptura interna entre las facciones dentro de la toma. Una de ellas, denominada “Okupa Bloque Negro [6]” fue quien se deslindó principalmente de Zamudio por dar nombres de algunas nompañeras exponiendo su integridad y por el señalamiento de un mal uso del dinero que se ha recolectado y, respaldando a Erika Martínez madre de una niña de 7 años que fue violada. Y aunque pareciera una decaída del proceso, en la madrugada del 18 manifestante tomaron las entradas  de  Ciudad  Universitaria  e  incendiaron Inmobiliario  del  lugar,  dañando  dos  vehículos  de  vigilancia  y  realizaron  pintas  en  respuesta  por  la  detención  de  Elis  Hernández  quien  fue  detenida  en  abril  pasado  por  su  supuesta  participación  en  la  quema  de  un  edificio  de  la  FES  Acatlán  (actualmente  ya  fue  dejada  en  libertad).  A  la  fecha,  la  Okupa  “Ni  una  menos”  se  encuentra  aparentemente  afianzada,  siendo  habitada  por  mujeres,  niñxs  y  algunas  personas  de  la  tercera  edad.  A  lo  largo  de  este  mes,  se  han  mantenido  abierto  el  espacio  a  público  en  general  ofreciendo  talleres  diversos  y  realizando  eventos  como  “la  mercadita”  (donde  las  mujeres pueden vender productos varios), pero manteniendo un posicionamiento separatista.

 

Represión policial bajo el seno de las Ateneas

 

El 27 de este mismo mes, en una marcha que no reunía a más de cincuenta mujeres salidas de la Okupa ni una menos, con motivo por la despenalización del aborto en el país, varias decenas de  mujeres  granaderas  principalmente,  las  encapsularon  por  al  menos  un  par  de  horas,  para  que finalmente fueran replegadas hasta la Okupa. Cabe señalar, que varias cuadras de la zona del centro de la Ciudad de México se encuentran amuralladas y protegidas por escuadrones de policías  en  diversos  puntos,  esto  debido  a  las  movilizaciones  que  se  esperaban  por  la  conmemoración de lo acontecido en Ayotzinapa hace 6 años y del 2 de octubre. Desde el 2019 la llamada de granaderas por parte del Estado para contener o amedrentar a las movilizaciones feministas,  se  ha  vuelto  una  estrategia  sutil  para  apaciguar  a  los  ojos  de  la  ciudadanía  la  represión que se mantiene principalmente sobre las mujeres.

 

Para  ello,  en  la  capital  del  país  se  encuentra  la  agrupación  Atenea,  perteneciente  a  la  Secretaría  de  Seguridad  Ciudadana  (SSC)  encabezada  por  Itzania  Otero,  quienes  han  sido  las  encargadas  de  tomar  la  batuta  a  la  hora  de  hacer  frente  a  las  protestas  de  mujeres,  siempre acompañadas de policías hombres, que se encuentran detrás de ellas a forma de refuerzo. En otros  estados,  esta  misma  estrategia  se  comienza  a  observar,  se  tendría  que  ser  bastante  ingenux  para  pensar  que  una  mujer  policía  es  un  mal  menor,  sin  embargo,  incluso  dentro  de las  propias  movilizaciones  hay  quienes  ven  con  buenos  ojos  que el  garrote  se  empuñado  por  una mujer y no por un hombre.

 

En  la  jornada  llevada  a  cabo  al  siguiente  día,  por  el  Día  de  Acción  Global  para  el  Acceso  al  Aborto Legal y Seguro, se vio opacada por el circo mediático montado por los medios oficiales por el altercado entre manifestantes y las Ateneas, pues un medio presentó la imagen de una mujer  de  este  agrupamiento  llorando.  En  lo  dicho  por  las  autoridades  este  destacamento  no  utiliza gas lacrimógeno ni otros medios para la contención de las manifestaciones, no obstante, en   decenas   de   fotos   se   ve   como   lo   utilizan,   además   del   testimonio   de   las   propias   manifestantes.  Así  pues,  esta  Atenea  se  encuentra  llorando  como  resultado  del  propio  gas  lanzado por sus compañeras y no por haber sido agredida por una feminista.

 

Replicas en otros estados

 

El 5 de septiembre alrededor de 40 mujeres que protestaban fueron detenidas en el estado de Chihuahua,  mientras  se  manifestaban  pacíficamente.   El día  10  del  mismo  mes,  mujeres feministas tomaron y vandalizaron la sede de la CNDH en Michoacán en apoyo a las colectivas de  la  CDMX,  ese  mismo  día  en  Tabasco  y  Aguascalientes  se  hicieron  tomas  simbólicas  en  las  sedes  de  la  CNDH,  de  igual  forma,  en  Puebla  se  manifestaron  afuera  de  la  sede  de  este  organismo.  Al  día  siguiente  mujeres  toman  las  instalaciones  de  la  CNDH  en  el  puerto  de  Veracruz  en  apoyo  a  la  Okupa  Ni  Una  Menos.  El  13  de  septiembre  en  Monterrey   se   manifestaron  en  las  instancias  de  la  Comisión  Estatal  de  Derechos  Humanos  (CEDH). A la  par, de la antigrita en la capital del país en Tijuana se realizó un evento similar en el Centro Cultural de   Tijuana   (CECUT)   donde   se   manifestaron   y   pintaron   consignas.    Un  día  después   en Guadalajara  fue  convocada  una  concentración  y  realizar  una  Antigrita  en  la  Rotonda  de  los  Jaliscienses Ilustres. Finalmente, en la madrugada del 18 en la ciudad de Xalapa se vandalizó elInstituto Veracruzano de las Mujeres. A la fecha se han registrado más actos de esta índole en más punto del país.

 

Rutas a la deriva: Anarquismos,  feminismos o anarcofeminismos

 

La influencia de las diferentes corrientes del anarquismo en el siglo XXI, se han hecho notar en diferentes  procesos  y  movilizaciones  sociales,  lo  cual  no  quiere  decir  necesariamente  queestos, sean por antonomasia anarquistas. David Graeber, el “antropólogo anarquista” fallecido a  principios  del  mes  de  septiembre,  comentaba  esto  mismo,  sin  tomar  en  cuenta  el  lado  contrario,  las  posturas  e  influencias  de  los  movimientos  que  articulaban  dentro  de  su repertorio de actuaciones estrategias anarquistas. En consecuencia, es necesario no perder de vista este punto, pues diferentes grupos sociales de la izquierda progresista, se han apropiado tanto  de  discursos,  prácticas  e  incluso  de  una  estética  ácrata,  sin  en  verdad  formular  y  proponer algo concreto contra el poder, siendo que su intensión real es formar parte de este. Generando  un  pseudoanarquismo,  falto  de  un  ethos  antiautoritario  que  en  aras  de  una  pretendida   transformación   revolucionaria   genere   concesiones   al   poder   a   través   de   la   institucionalización  de  las  demandas  y  la  canalización  de  la  rabia  al  patíbulo  de  la  legalidad,  extendiendo las arcas del Estado y criminalizando a quien trascienda su lógica.

 

Partiendo  de  esto,  en  las  movilizaciones  feministas  en  México  se  han  vestido  de  negro  con  pañuelo  verde  o  morado,  exigiendo  derechos  y  clamando  justicia.  Muchxs  le  dan  a  este  proceso  una  lectura  anarquista  y,  si  bien,  hay  una  influencia  directa  de  ideas  anarquistas  también  hay  ideas  ciudadanas.  El  clamor  por  ver  a  mujeres  enfrentándose  a  las  Ateneas  no  debe  volvernxs  ciegxs  a  lo  que  ocurre.  Por  otro  lado,  la  historia  del  anarquismo  nos  muestra  como  anarquistas  de  diferentes  momentos  y  latitudes,  se  han  vinculado  a  movilizaciones  sociales  que  carecen  de  idéalas  anarquistas.  Aquí  nos  encontramos  con  una  apuesta  en  común,  la  mejoría  del  individuo  dentro  de  un  estado  de  opresión  y,  aquí  mismo,  es  donde  reside  una  diferencia  fundamental,  cómo  llevarlo  a  cabo:  siguiendo  los  parámetros  de  la  civilidad y jurídicos de la época o desafiándolos y asumiendo los riesgos, no pidiendo migajas, sino  arrebatándole  a  lxs  detentorxs  del  poder  su  paz.  Entonces  la  pregunta  sería  ¿Cuáles  son  los parámetros en que buscamos esas mejorías? ¿No es acaso que esas mejorías servirán para mantenernos felices dentro de los marcos del dominio?

 

En  pleno  siglo  XXI,  es  claro  que  muchxs  anarquistas  se  han  vinculado  a  procesos  de  corte  ciudadano,  pero  ¿Por  qué  ocurre  esto?  Y  ¿Por  qué  lxs  anarquistas  gustan  de  accionar  en  procesos   reformistas?,   tales   respuestas   son   complejas,   pero   retomando   el   ejemplo   del   anarcosindicalismo [7], podemos decir que siempre como anarquistas buscaremos la libertad de alguna u otra forma, ya sea abandonando la vida que nos ofrecen o mejorando las condiciones de vida en donde nos encontramos, con lxs nuestrxs y a partir de nuestras afinidades, esto no es  tajante  pues  habrá  momentos  en  nuestras  vidas  donde  nos  inclinemos  más  hacia  un  lado,  según lo sintamos necesario. Ser estudiante, es un proceso por el cual muchxs anarquistas han atravesado,  momento  de  aprendizaje  o  pérdida  de  tiempo  para  algunxs,  en  el  sentido  de  la  puesta en acción de los idearios anarquistas; sumarse a un conflicto social, es una experiencia que  ha  servido  para  vitalizar  nuestros  posicionamientos,  replantearlos,  ajustarlos  o  quizá  olvidarlos.  Entonces,  ¿que  nos  dejan  las  movilizaciones  feministas  actuales?  ¿En  donde  las  ubicamos   y   sobre   todo   en   donde   nos   posicionan   a   nosotrxs,   como   anarquistas,   que descalificamos o aplaudimos sus luchas?

 

Quienes  conforman  el  Colectivo  Bloque  Negro,  se  encuentran  en  un  escenario  peligroso  que  podría vulnerar su autonomía y su perspectiva anti-autoritaria, pues  a  la  fecha  se  encuentran pidiendo  donaciones  de  todo  tipo,  pero  una  donación  económica  realizada  por  la  empresaria  Beatriz  Gasca  puede  poner  en  tela  de  juicio  su  calidad  como  anarquistas,  ya  que  esta  intervención    difumina  toda  la  crítica  al  poder  que  conllevan  los  anarquismos,  puesto  que  su  sororidad,  no  conlleva  a  confrontar  la  totalidad  del  régimen  de  dominación,  pues  incluso  la empresaria  pidió  a  la  Jefa  de  Gobierno  de  la  CDMX  Claudia  Sheimbaum  respondiera  a  las  demandas de las okupantes. [ ] No creemos necesario que aquí tengamos que explicar por qué una  empresaria  no  puede  ser  considerada  dentro  de  una  lucha  anarquista. Mientras  algunxs  salen de estos procesos sociales convencidxs de que nuestra propuesta más contundente es el conflicto  a  la  autoridad,  recreando  nuestras  vidas  en  esa  tesitura,  escapando  al  control  y  proyectando una alegría negadora, otrxs emprenden un viaje sin retorno en la nave estatal. Así veremos (y hemos visto) una y otra vez repetirse ejemplos, como el de Rosario Piedra, camino que Erika Martínez pudiese emprender sino abre bien los ojos o si sus conclusiones no logran concretar la ruptura anti estatal.

 

Si  como  anarquistas  no  somos  conscientes  de  los  límites  de  nuestras  intervenciones  sociales,  las  narrativas  que  no  buscan  una  ruptura  contra  el  poder  en  sí,  terminaran  por  señalarnos  e instrumentalizarnos. Esto   queda   muy   claro   con   la   narrativa   de   la   criminalización   y   estigmatización   del   aborto   clandestino   por   parte   de   importantes   sectores   feministas,      afirmando que esa “libertad” o “derecho” debe de ser practicado a través del Estado, bajo una rigurosa vigilancia con perspectiva de género, encaminando la defensa de la conquista a través de  vías  burocráticas,  asumiendo  a  priori  que  todo  aborto  fuera  del  marco  de  la  legalidad  “feminizada” no es deseable, es insalubre e inseguro hasta llegar al punto de volverlo de nueva cuenta  “ilegal”.  Desde  una  perspectiva  anarquista,  la  criminalización  debe  ser  combatida,  sea  ésta proyectada en forma positiva o negativa. Legal o ilegal, con o sin recursos del Estado (y lxs contribuyentes)  el  aborto  será  practicado  y  así  lo  defenderemos.  No  podemos  limpiarnos  el  sudor  de  la  frente  y  terminar  con  un  suspiro  vencedor  al  ver  legalizado  el  aborto,  ya  que  su  legalización está adscrita a las circunstancias político-sociales del momento, la cual en un abrir y   cerrar   de   ojos,   puede   desmoronarse   en   la   medida   que   las   posturas   patriarcales   y   conservadoras den frente a esto.

 

Es  por  ello,  que  es  importante  en  estas  aguas  revueltas  vislumbrar  la  manera  de  no  verse  atrapadxs en las redes de “lxs pescadores” del poder. La capacidad negadora, destructiva y de revuelta  de  las  movilizaciones  de  mujeres  (y  no  solo  en  las  movilizaciones,  sino  también  en  otro  tipo  de  intervenciones  como  las  parteras,  los  círculos  de  mujeres,  la  recuperación  de  la  medicina natural, etc.) son las que han puesto en jaque el sistema de valores patriarcales, es la tensión generada lo que molesta al poder. Convertir en un “hecho” más que en un “derecho” la libertad de elección en cualquier ámbito de la vida es una tarea que debe partir de nuestra cotidianidad,  la  solidaridad  entre  mujeres,  la  complicidad,  el  combate  al  machismo  y  la  violación   a   través   de   la   acción   directa      es   lo   que   en   realidad   transformará   nuestra   individualidad y  lo  que  hace  que  el  miedo  cambie  de  bando.  ¿Esto  quiere  decir  que  no  se  utilicen las clínicas de aborto del Estado? ¡No! Serán utilizadas con desfachatez y a necesidad,sin  agobio  por  la  eterna  contradicción  a  la  que  nos  somete  la  realidad,  sin  por  ello  asumir  el  proyecto estatal y capitalista, sin dejar de proyectar por los medios necesarios la autogestión de   nuestras   luchas   y   abandonando   la   búsqueda   del   consenso   social   generalizado.   El   capitalismo  nos  venderá  el  aborto  como  una  mercancía  más,  como  lo  ha  hecho  con  el  feminismo,  el  queer,  el  veganismo  y  una  larga  lista  de  posturas  y  actividades,  de  nosotrxs  depende que la navaja anárquica no pierda su filo.

 

¡Que el miedo cambie de bando!

¡Sin liderezas ni dirigentas!

¡Sin mundos rosas para camuflar la autoridad!

¡Seamos tan libres que ni su legalidad nos pueda controlar!

¡Seamos libres y salvajes!

 

México a 16 de octubre del 2020

Afinidades Conspirativas