[Barcelona] «Por mi y por todas mis compañeras»: comunicado de La Cinétika ante el despliegue policial en el barrio de Sant Andreu
Extraído del blog de La Cinétika.
En la última semana, Sant Andreu ha estado tomado por un dispositivo policial fuertemente armado que ha asaltado su rutina. La policía, que cada día se asemeja más a visiones distópicas de ciudades pobladas por ejércitos armados con coches blindados, metralletas automatizadas y cámaras incrustadas en sus chalecos antibalas, invadió durante varios días nuestras calles en el contexto de una de esas operaciones llamadas “de restablecimiento del orden público”. Dicho orden público no es otra cosa que la defensa de los intereses de las clases dominantes, que cada día secuestran nuestras vidas con trabajos despersonalizadores, alquileres sangrantes y salarios de miseria. El dinero que las instituciones sustraen del trabajo, es invertido en estos macrodispositivos que tienen por objetivo echar a la gente de sus casas, criminalizar a quienes apuestan por otras lógicas y reprimir a quien se opone a su espiral de violencia.
El pasado lunes amanecíamos con el desalojo sin previo aviso de La Seka, una casa ubicada en la Plaça de les Palmeres, dejando en la calle a 10 personas y arrasando con un lugar que durante más de una década había sido el hogar y el refugio de decenas de personas. Por su parte, el miércoles era el turno de Kan Segurata. Este bloque ubicado en la calle Lenguadoc sufrió el desalojo de 3 de los 5 pisos okupados de la finca, aumentando a 16 el número de viviendas que la propiedad, Reale Seguros, ha vaciado, destrozado, tapiado y blindado (algunas desde hace más de 4 años), en un proceso de vaciado del edificio y expulsión de las vecinas, con el único objetivo de especular y enriquecerse. Todo ello en el presente contexto de emergencia habitacional y creciente crisis económica.
Estos dispositivos armados representan las herramientas del Estado utilizadas para aplastar la disidencia y controlar las actividades que van en su contra, cumpliendo con funciones parecidas a las de la guerra, cuyo objetivo es eliminar o anular aquellos considerados “terroristas” o enemigos del Estado. Más allá del hecho que la policía sigue desalojando en pleno invierno y en pandemia —y aún más sabiendo que el Ejecutivo aprobó una ley temporal (y bastante controvertida) que prohíbe los desahucios mientras dure el estado de alarma—, la precarización de la vida sigue suelta y sin riendas. La administración cotidiana de la coerción en las redadas policiales, los embargos ilegales, las extorsiones y los controles de paso, subsiste bajo unas políticas de austeridad que absorben todo y a cualquiera que se vea de alguna manera marginada, precarizada o empobrecida. La policía y la burocracia estatal contribuyen directamente a la restauración de formas autoritarias de poder, sirviendo de mano armada a fines privados que utilizan la violencia y la ecología del miedo para reprimir y consolidar el estatus político y económico de mercenarios, rentistas, intermediarios y negociantes de la propiedad privada.
Nosotras desde La Cinètika nos posicionamos en contra de todo esto y de cualquier ejercicio de coerción que tenga como objetivo acelerar una economía que favorece los fundamentos del sistema capitalista. En estos tiempos en los que el control militar y la ejecución de las dialécticas autoritarias permiten la administración de nuestras vidas, como respuesta, nosotras no dejaremos de dar continuidad a nuestras actividades y de actuar como instrumento del barrio que impulsa el pensamiento crítico y las prácticas autónomas. Animamos a todos los colectivos afines del barrio y los proyectos que forman parte de nuestra red de apoyo a seguir dando vida a sus propuestas, aunque la policía intente torpemente extorsionar nuestras relaciones al normalizar prácticas de guerra, que ahora pasan a estar en nuestros hogares también. Y por fín, y no menos importante, este comunicado es también una muestra de solidaridad con todas las compañeras represaliadas por protestar contra los desahucios en los últimos días.
Contra toda la autoridad; La Cinètika.”
31.01.2021