[Cerdeña- Italia] Consideraciones sobre la audiencia por la vigilancia especial y sobre el inicio del juicio por Operación Lince.
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El 19 de enero se ha celebrado la audiencia por las cinco vigilancias especiales solicitadas por el fiscal Guido Pani contra otrxs tantxs compañerxs sardos. La propuesta viene realizada en el verano de 2019 y notificada en octubre del mismo año, a distancia de tres semanas de la notificación del cierre de las investigaciones de la operación Lince, en la cual los mismos cinco compañerxs venían investigadxs por el 270bis. El juego del fiscal ha sido obviamente injusto y estaba imbuido solo de lógica policial, yo te investigo por terrorismo, por lo tanto tú eres peligroso, por lo que solicito la vigilancia especial. De la serie o de una forma u otra yo te meto en casa o en una jaula. El camino de este procedimiento de prevención ha sido mucho más tortuoso de lo que podríamos haber esperado, inicialmente la fecha programada para la audiencia era el 3 de diciembre de 2019, entre defectos formales, pandemias y defectos de notificación ha pasado más de un año antes de que un juez pudiera escuchar la acusación y defensa. En este lapso de tiempo, la solicitud sin duda ha perdido su vigencia, ya que uno de los parámetros fundamentales para el reconocimiento de la peligrosidad social, desde donde deriva el procedimiento de la vigilancia especial, es la actualidad de esta. El PM (fiscal) Pani y la DIGOS [1] por cuanto se hayan empeñado con perseguimientos y monitoreos varios, no han logrado en un año en añadir nada de nada, «mérito» también de la vida bajo naftalina impuesta por el encierro y toque de queda y de la ausencia de momentos de lucha significativos. La arenga de Pani, por lo tanto, se ha concentrado sobre la pública y reiterada reivindicación de lxs 5 candidatxs de la importancia de la acción directa incluso si esta infringe las leyes. El razonamiento tan querido para nosotrxs según el cual muchas veces a la legalidad no corresponde la justicia ha sido el punto de fuerza – presunta – sobre la cual se basa la acusación. A diferencia de otras situaciones, no se ha considerado la vida «privada» de lxs candidatxs ni se han destacado las diferencias de edad, antecedentes penales, opciones de vida, etc. Pani se ha sentido fuerte de su axioma por el cual los investigados por el 270bis merecen una vigilancia especial. La defensa ha argumentado tanto en términos técnicos como «políticos», desmantelando pieza por pieza las construcciones de la Fiscalía. A medida del hombre que hay bajo la toga, es importante decir que Pani apenas los abogados de la defensa han empezado a hablar ha abandonado la sala, siempre seguido por sus secuaces, dispuesto a ladrar a cada ráfaga de viento. Aunque aparentemente podríamos sentirnos cautelosamente optimistas, hay poco para estar tranquilxs y lo sabemos bien, en cuanto los juegos y equilibrios entre el juzgado y la comisaría viven de las sentencias sobre la piel de los demás, en este caso la nuestra. La respuesta en términos de solidaridad ha sido excelente, a pesar de que la zona naranja impidiera los movimientos dentro de la región, más de 150 personas se han encontraron fuera del tribunal a calentar el corazón de lxs cinco compañerxs y a mostrar un movimiento unido y compacto. El juez se ha tomado 90 días de tiempo para dictar la sentencia.
El 27 de enero se ha llevado a cabo una parte de la audiencia preliminar del juicio por la operación Lince. Este proceso representa el ataque represivo más importante a las luchas en Cerdeña de las últimas décadas, 45 investigadxs, cientos de acusaciones y el claro mensaje de que quienes cuestionan el sector bélico en Cerdeña no se saldrán con la suya. Miles de páginas de expedientes, fuertes acusaciones, escuchas telefónicas y perseguimientos son el resultado del trabajo del fiscal Pani, quien hasta el último momento no ha soltado el hueso, en diciembre, a poco más de un mes del inicio del juicio (y a investigaciones cerradas) ha obtenido un registro domiciliar en contra de un compañero en busca de coincidencias «peligrosas». A pesar del peso de las acusaciones, el clima creado también con la ayuda de periodistas complacientes, la difícil fase de las luchas y por último las medidas de contención sanitaria, la respuesta solidaria ha sido particularmente positiva, repitiendo los números de la semana anterior. EN el juicio, tenido en la sala de la corte de assise, ha participado también Paolo, actualmente detenido en la cárcel de Uta por otros delitos. Un poco a sorpresa se han presentado los abogados de las partes civiles de Poste italianas (correos), del ministerio del Interior y del Consejo de Ministros, ¡¡aquellos de Bricoman no se la han sentido de presentarse!! Vistas las demoras burocráticas de la apelación, de la lectura de los cargos, de el extracto de algunos delitos prescritos y de otras cuestiones, solo hubo tiempo para la arenga de la acusación, Pani, aun no mencionando nunca el término terrorismo, ha solicitado el envió a juicio por los delitos propuestos, incluido el 270bis. Merece una atención el hecho que ha traído como soporte de sus acusaciones, una interceptación ambiental en la cual uno de los imputados a la pregunta de un amigo de cual son los proyectos mas allá de la lucha contra las bases militares, responde: la revolución. La próxima audiencia está programada para el 15 de abril, hablarán los abogados defensores y se debería pronunciar el juez sobre la audiencia preliminar.
Estas consideraciones no pretenden ser completas, sino solo de compartir impresiones sobre estas dos audiencias. Para un razonamiento más profundo, recomendamos leer Reflexiones al margen de la operación Lince, que podéis encontrar en maistriali.it
Algunxs compañerxs de Cagliari
Febrero 2021
Fuente
Notas:
[1] policía política.