[Bremen, Alemania] Se incendia la comisaría de la policía antidisturbios- Cuando los policías asesinan, todo debe arder
Nuestro sentimiento grita venganza. Venganza por Qosay Sadam Khalaf. Pero, ¿qué retribución es apropiada para el asesinato de un joven? ¿Cuántos vehículos de policía y guardias deben arder?
No pueden tener éxito.
Actuamos de todos modos.
La noche del 6 de junio de 2021, tres meses después del asesinato policial de Qosay K., prendimos fuego a los locales de la policía antidisturbios en Bremen. Un autocar y otros tres vehículos de lxs policías se redujeron a cenizas y chatarra. El incendio afectó al equipamiento de esxs bastardxs que son enviadxs a la ciudad para imponer la represión. En muchos momentos nos enfrentamos a lxs policías antidisturbios con odio e impotencia.
El sabotaje es un ataque digno contra el enemigo superior.
Lxs policías cosechan nuestro odio porque mantienen las condiciones. Toda estructura de desigualdad es defendida por la violencia policial. La práctica racista de los permisos de residencia y las deportaciones. La simultaneidad de la vivienda de lujo y la falta de vivienda. El orden de la economía según la competencia y el beneficio. Cuanto más duras son las contradicciones sociales, más brutalmente las protege la policía. La policía es el amigo más fiel de lxs ricxs en un mundo caracterizado por la pobreza y la explotación.
Lxs policías cosechan nuestro odio porque encarnan las condiciones. Llevan el uniforme por elección. Desarrollan el placer en el abuso de poder y la humillación. Encuentran su realización en la orgía legal de la violencia. Mandan. Obedecen. Asesinan.
El clamor de los medios de comunicación y de lxs gobernantes era de esperar. El silencio tras los asesinatos de Qosay K. y Mohamed Idrissi resuena con mayor claridad en las secuelas. Cuando Mäurer despotrica en los medios de comunicación sobre un ataque a «nuestra» seguridad, nos preguntamos ¿a qué seguridad puede referirse? ¿Qué tipo de seguridad es si no está claro si la gente sobrevive a un control de drogas o a una inspección de apartamentos? No, no se trata de «nuestra» seguridad. Esto sólo puede significar la seguridad de lxs gobernantes.
La ira contra la policía crece con cada control, cada acoso, cada golpe y cada asesinato. De la ira puede crecer la resistencia. Que las piedras den en el blanco y las hogueras iluminen nuestras noches.
Qosay Sadam Khalaf: ¡eso fue un asesinato!