[Nuremberg, Alemania] Adjudicación de atentado incendiario contra dos torres de transmisión de la Oficina de la Policía Criminal
La noche del 13 de diciembre, hemos dado fuego a dos torres de transmisión de la Oficina de la Policía Criminal del Estado de Baviera en Núremberg.
Hay innumerables razones para odiar y atacar a la policía.
La tarea de la policía es aquella de mantener el statu quo social. A los policías se les paga para mantener un sistema económico y social explotador, racista, sexista y basado en la exclusión de las minorías. Su trabajo es aquello de defender el beneficio y la supremacía de los poderosos de este sistema, contra cualquier intento de cambiamiento hacia la justicia, la igualdad, la redistribución y la sostenibilidad ambiental.
Por tanto, la policía comparte la ideología de la desigualdad, en el cual el FLINTA (Frauen (mujeres), Lesbianas, Intersex, No binarias, Transgénero y Agender), los migrantes, los pobres o las personas con discapacidad, valen poco o nada, y les puede ser sistemáticamente negado el acceso a los derechos fundamentales y a la igualdad. La policía, por su mandato básico, debe necesariamente colocarse conservativamente y políticamente a la derecha.
A los policías se les atribuye, comunicativamente, políticamente y legalmente, una neutralidad y una competencia que nunca ha existido, que les debería permitir de referir de manera objetiva los hechos o de evaluar las situaciones. En realidad, es un actor político que actúa abiertamente contra las propias imágenes enemigas (personas que exhiben comportamientos desviados o que luchan por el cambio social y los migrantes) y a los cuales aún se le concede la soberanía interpretativa de sus ataques.
Para mantener las relaciones de dominación es de enorme importancia para los aprovechados del capitalismo, y es por esto que la policía recibe cada vez más poderes y medios para utilizar la violencia. Recibe nuevas armas como Taser (NRW) o tanques y granadas de mano (Bavaria) para usar contra sus enemigos. Según las propias preferencias, la policía prohíbe las manifestaciones o pospone eventos como los partidos de fútbol, detiene arbitrariamente a personas o registra y destroza las viviendas.
El racismo de esta organización se manifiesta a diario en la discriminación racial y en los insultos racistas y en más de 200 asesinatos por motivos raciales a manos de agentes de policía desde 1990. La policía alemana mata en las celdas de las prisiones (Dessau), viola en los apartamentos (Erfurt), ayuda a las víctimas de violencia sexual con ulteriores acosos sexuales (Mecklenburg-Vorpommern), se enriquece con los robos (Leipzig) sin mencionar los innumerables casos de lesiones corporales y privación de la libertad, especialmente contra migrantes, personas de izquierdas y personas sin hogar, todo en la conciencia de la total impunidad.
No nos sorprende su presencia en las chat de extrema derecha o de la participación de agentes de policía en cacerías racistas (por ejemplo en Friburgo) o de su implicación en el AfD durante su tiempo libre. La policía es una organización de derecha, sus miembros quieren mantener los mecanismos opresores de esta sociedad y combatir contra todo aquello que es «de izquierda», «extranjero» o «molesto». Es natural que intercambien ideas en los grupos de chat de extrema derecha y que refuercen la ideología de los demás.
La impunidad garantizada, su indiscutible presencia mediática, su parafernalia, compuesta por un arsenal infinito de armas y poderes de vigilancia, hacen de la policía una organización de derecha extremadamente peligrosa y poderosa. Los policías son un peligro para el FLINTA, para los migrantes y para todos aquellos que trabajan por el cambio social / ecológico de la sociedad.
Por tanto, cualquier ataque contra la policía debe ser bienvenido. Toda forma de contraste, todo disturbo al normal flujo del trabajo de la policía, cualquier cosa que les impida cometer sus acciones es importante. Cualquier ataque a sus infraestructuras o a singulares policías es legítimo. Se trata de personas que ingresaron en la policía por su convicción ideológica. ¡Nadie tiene que ser un policía!
En la noche del 13.12. hemos atacado la infraestructura policial en Nuremberg, dando fuego a sus antenas de radio móviles en Marienbergpark y a la Oficina Federal para Migrantes y Refugiados (BAMF). Según la LKA, las antenas están destinadas a garantizar la seguridad de las comunicaciones por radio de la policía durante las operaciones en toda la ciudad. Por esta razón, tenían asegurados los pilones con cercas de acero y alambre de púas.
A la espera de las habituales declaraciones oficiales («nueva dimensión de la violencia/peligro para los transeúntes») unas palabras sobre los objetivos: No nos importa cómo los policías puedan coordinar sus actividades en zonas enteras de la ciudad. Nuestra acción está dirigida contra ellos; por el trabajo de los servicios de emergencia y de los bomberos no hay necesidad de este tipo de conexiones. Solo es necesario para operaciones policiales dinámicas (por ejemplo, persecuciones o controles). También nos hemos asegurado de que ninguna persona estuviera en peligro durante el ataque, ni los campistas en el Marienbergpark, ni los trabajadores de BAMF, cerca de la torre.
Consideramos el trabajo de la policía como una amenaza potencial para todos aquellos que son vistos como «alborotadores» o «extraterrestres». En consecuencia, esperamos que los incendios hagan menos fáciles las próximas operaciones en la ciudad.
¡Todos los policías son objetivos!
¡Libertad para todos los prisioneros políticos!
Fuente: de.indymedia.org a través de darknights.noblogs.org