[Sajonia, Alemania] Ataque incendiarios contra empresas que colaboran en la construcción de macrocárcel

La existencia de las cárceles sirve para el condicionamiento de los humanos, la administración de la miseria, la destrucción de la rebelión, la tortura de los cuerpos, el embotamiento de las almas. Para una sociedad carcelaria como la nuestra, es insoportablemente necesario bloquear la miseria producida por el sistema capitalista. Cuando naces en la pobreza, la amenaza de terminar tras las rejas es significativamente mayor. Al hacer cumplir los juicios de un poder judicial, que juzga en el sentido de las clases altas, la prisión mantiene en funcionamiento las ruedas de la opresión. Por lo tanto, la lucha por la justicia social siempre debe ser una lucha contra esta mentalidad encarceladora y la existencia de las cárceles. La lucha por la liberación de todos los humanos tiene que abolir la sociedad carcelaria.

Por esta razón, salimos en la noche del 4 de noviembre y atacamos dos veces: una en Rodewisch (Sajonia, Alemania) y golpeamos la empresa de construcción de carreteras VSTR GmbH y dos veces en Hentschke Bau GmbH en Bautzen (Sajonia, Alemania). En ambos lugares incendiamos maquinaria pesada de construcción. Enviamos dos camiones, dos excavadoras, una camioneta y una unidad tractora a las llamas. El daño material estimado causado está en los seis dígitos. Ambas compañías han recibido pedidos para el nuevo proyecto de prisión gigante en Zwickau-Marienthal (Sajonia, Alemania). Allí están trabajando diligentemente en esta área sombría construyendo un gran muro de hormigón* que rodea el nuevo territorio de la prisión. Después del exitoso ataque en el sitio de construcción en agosto de 2019, ahora seguimos el llamado de lxs camaradas. Lxs cómplices, que se llamaron a sí mismos «Comando Autónomo Thomas Meyer-Falk», ya han esbozado información de antecedentes sobre la construcción de la nueva institución penal en Zwickau-Marienthal y las maquinaciones de la empresa Hentschke Bau en su comunicado. Nos gustaría vincular sus palabras apasionadas aquí.
Queremos señalar que la participación y el enriquecimiento al apoyar a la industria penitenciaria no es gratificante. Además, recomendamos no participar en los negocios crueles del sistema penitenciario. Podría provocar una gran ira en algunos corazones humanos …

La prisión es la encarnación del aislamiento y la exclusión de la sociedad. Por esto, los «problemas» de la sociedad capitalista son parcialmente apartados de la vista del público. La miseria, la pobreza, que lleva a las personas a la criminalidad tiene que ser administrada. Ya sea persiguiendo a las personas sin hogar o rogando a las personas fuera de los centros de la ciudad, o mediante el encarcelamiento de personas desagradables. El público no necesita preocuparse. Una vez que estos humanos están encerrados,  los envía al destierro, se vuelven invisibles, se olvidan.

Esta es una de las razones por las cuales la mayoría de las cárceles se encuentran en zonas sombrías y remotas. Estos edificios gigantes y grises que preferiblemente no puedan ser vistos por el público. No deben recordar que detrás de estas paredes hay humanos pudriéndose, no deben recordar que podrían ser responsables de su sufrimiento. A través de esto, la sociedad rechaza la discusión, si podemos hablar de justicia aquí, con el fallo de este poder judicial y sus ejecutores. En los últimos años, observamos que el tema de la prisión carecía de visibilidad, incluso en contextos radicales de izquierda. Esta acción será una contribución para enfatizar la importancia de una lucha contra las cárceles y la sociedad penitenciaria.

Tenemos que exponer las cárceles como lo que son: un instrumento de poder. Una herramienta que sirve a los emperadores, para protegerse de las personas. Desde su función principal es el castigo, a pesar de que lo llaman re-socialización. Muchas personas encarceladas están rechazando la imagen del efecto de re-socialización del encarcelamiento. Se quejan de que lo contrario es el caso: «La realidad ha demostrado que la mayoría de las cárceles no trabajan en cooperación con, sino contra los encarcelados y el objetivo de la reintegración».  Más del 53,3% de las 50.957 personas encarceladas ya habían cumplido condena antes.
El preso H. Deutsch está escribiendo, que nada ha cambiado seriamente desde la reforma del sistema penal alemán en los años 70. La estructura conceptual se mantuvo, «tuvo que haber ocurrido un intercambio completo de los guardias de la prisión, así como el directorio de la prisión». El cuento de hadas de la re-socialización resultó ser una mascarada que justifica el encarcelamiento frente al público. Escondido detrás de este dogma, las crueldades de las antiguas instituciones penales todavía existen, junto con los impactos en los encarcelados.
Así por ejemplo:

– enfermedades mentales (hasta el 88% de los encarcelados) y físicas de los encarcelados en función de su encarcelamiento
– apoyo médico insuficiente
– La tortura blanca, llamada confinamiento solitario
– trabajo forzoso, pago por debajo del salario mínimo, sin posibilidad de ahorrar para fondos de pensiones.
– dieta malsana y comida cara en los economatos de la prisión.
– sanción de contacto y vigilancia completa de la comunicación.
– Intimidación por parte de los guardias de la prisión.
– hasta el encarcelamiento preventivo posterior a la pena posible hasta la muerte