[Porto Alegre, Brasil] Crear un otoño… ¡¡donde el estado caería junto con las hojas!!

  • Recibido por correo electrónico. Traducido por Contramadriz.
  • Crear un otoño… ¡¡donde el estado caería junto con las hojas!!

    En este momento de disputa entre los dos bastiones del poder estatal que pandemia como arma política, pasamos con nuestra historia y coherencia, con el impulso del bricolaje.

    ¡Ni negacionistas ni pelegos! No aprobamos la derecha fascista, no somos «empresarios». Reivindicamos la vitalidad del encuentro, de los intercambios cara a cara intercambios cara a cara porque mantienen viva la llama rebelde. Así, no estamos de acuerdo con la izquierda histérica y autoritaria que preguntas desde la inofensiva distancia de las pantallas. Luchamos por el fin de ambos bandos, conscientes de que la guerra social en curso utiliza el AISLAMIENTO PARA GANAR.

    Vemos en la autonomía el camino, en la informalidad la estrategia y el rechazo a ser la masa de los que codician gobernar, que invitamos a la feria anarquista en otoño.

     

    Estuvimos con propaganda antiautoritaria, publicaciones subversivas, producciones independientes, autónomas e informales, con agitaciones de compañeros en Chile, y por Mumia Abu JAmal, además de difundir nuestra irreprochable en un panfleto nuestra posición irreductible sobre la Libertad, en estos tiempos en estos tiempos en que los totalitarios pretenden vaciarla de su significado antagónico
    todo el poder.

    Con la codicia permanente de quien siempre vive en crisis: ESTADO, CAPITAL, EL PATRIARCADO, EL PROGRESO. Mientras existan estaremos en pandemia, de control, de obediencia, de acomodación.

    La calle es el espacio de los que no tienen jefes, es el lugar de encuentro y rebeliones. No vamos a renunciar a ella.

     

    – Folleto distribuido en la Feria:

    Algunas diferencias urgentes sobre la libertad.

    Últimamente hemos escuchado a los nuevos representantes del autoritarismo hablar de libertad, como si tuvieran algo que ver. Afirmamos que no es de libertad de lo que hablan nuestros enemigos, hablan es de poder. El poder, sinónimo de autoridad, consiste en hacer algo a pesar de a pesar de otros, y con la opresión de otros. Y esto es lo que llaman mlibertad, para poder comprar y beneficiarse, para poder continuar una vida creada y basado en el poder, a través del dinero, y el poder que da. Este poder
    se complementa perversamente con la idea de «poder trabajar», que en la práctica para seguir enriqueciendo y sirviendo a los demás a cambio de limosnas. a cambio de limosnas.

    La libertad abarca otros horizontes, se refiere a no tener dueños, no tener amos, no ser mandados por alguien ajeno a nosotros y, sobre todo, proviene de la negación del poder, de la posesión. Fue por esta condición de libertad por la que lucharon los esclavos, desde Espartaco hasta los negros en tierras «brasileñas». «Brasileño» aterriza. Es por la libertad que varios pueblos luchan por el territorio para no tener que vagar por las ciudades al servicio de los herederos de la colonización. No es un movimiento de poder individual, sino de lucha individual y colectiva lucha colectiva contra toda dominación.

    La libertad es antagónica y enemiga de todos los tiranos. Con el poder económico porque este poder se sustenta en la opresión y la explotación. explotación. No tiene nada que ver con el militarismo porque se basa en la obediencia. no tiene nada que ver con los racistas, los xenófobos, o patriarcas, porque desprecian toda existencia no uniformada bajo el blanco, civilizado y cristiano. La libertad no significa poder, sino sino su destrucción.

    La libertad no es lo mismo que la elección.

    Si defendemos la necesidad de tomar nuestras propias decisiones sobre la Pandemia, independientemente de lo que digan los militares del Ministerio de Sanidad o la OMS, es porque elegir entre el tipo de vacuna y el tratamientos biomédicos, lo resume todo en dos «opciones» del mismo la misma máquina: la industria farmacéutica, cortando cualquier posible respuesta local, o cualquier respuesta más integral.
    Si defendemos salir de casa e ir a la calle, no es porque defendamos las empresas, las industrias o los puestos de trabajo; los anarquistas entienden que esta trilogía constituye el núcleo de la devastación, la explotación y la las desigualdades sociales. Si defendemos salir a la calle, es porque el aislamiento El «aislamiento», ya existente, se impone como forma de vida «se está convirtiendo en prisión voluntaria para algunos y en segregación para otros segregación para otros, un aislamiento que nos lleva a ayudar a los mayores las empresas transnacionales del capitalismo hipertecnológico. Si defendemos estar en la calle, es porque es el último espacio de posible diferente», el único espacio de nadie y de todos, el escenario de
    de toda protesta efectiva, la arena de combate contra las fuerzas represivas fuerzas represivas; en ellas es posible la destrucción de la dominación y subversión al espacio doméstico que es hoy donde más colaboramos con el capitalismo y la dominación que sostiene. Pedir más control como estrategia de oposición política a los reaccionarios que gobiernan reaccionarios que gobiernan, no es el camino que hay que reforzar. Más control, vigilancia y Estado, todavía disfrazado de paternalismo, siguen siendo una opresión y una llamada a la sumisión utilizando el miedo a la muerte como cebo.

    ¡¡¡¡La libertad nunca estará en uniforme!!!!