[Toulouse, Francia] Dos ataques

3 de diciembre. Adjudicación de ataque contra la Agencia Temporal Adecco Medical

No es la Covid, es el capitalismo que nos mata

Esta noche, entre el 3 y el 4 de diciembre, hemos brindado a golpes de martillo contra las ventanas de la agencia temporal Adecco Medical, en la rue de Bretagne, a la salud de los revoltosos de Guadalupe.

Hoy, 4 de diciembre, el personal sanitario vuelve a las calles contra el cierre en cadena de numerosos servicios hospitalarios en casi todas partes de Francia, a causa de la falta de personal, que deserta cada vez más. El trabajo temporal es una válvula de esfogo privatizada, para remediar la falta crónica de personal sanitario, cada día, en los diferentes repartos. Recordamos que este tipo de agencia gana mucho gracias a su rol, siendo uno de los mecanismos del fracaso forzado del sistema sanitario. Dado que se trata de esquiroles, que rompen las huelgas, teníamos que romperles algo a cambio, porque son 4 años que los trabajadores del hospital manifiestan, en el desprecio más total. Dos años que «la Covid» y su gestión han convertido a las Haciendas sanitarias regionales en el brazo armado de un nuevo control social y han dificultado cada vez más el acceso a la curas. Pero mira que, en un mes, Guadalupe se enciende e impone sus propias reivindicaciones. Puede darnos esperanza. Saludamos su valentía, el sol y sus primeras victorias. Si ya ha habido más de 60 condenas en pocas semanas, las ocupaciones y las barricadas continúan, contra la obligación de vacunarse y la miseria organizada. La prensa informa sobre la inquietud del gobierno: «se trata de una casi-insurrección», contra la cual la represión se intensifica.

Esta a nosotros intensificar nuestra solidaridad.

 

19 de diciembre. Atentado incendiario contra furgoneta de Toulouse Metrópolis

Ha sido dada al fuego una furgoneta de Toulouse metrópolis [ente local que incluye Toulouse y su hinterland; NdT. ], pero el fuego se ha extendido a dos coches, a un metro de distancia cada una, y por su tamaño, también ha rozado la fachada del edificio vecino, que se encontraba a dos metros de distancia.

Ni las otras dos máquinas, ni el edificio eran el objetivo (aunque no lamentaré la desaparición de dos máquinas que funcionan a petróleo).

Una vez lanzado, un fuego ya no es controlable, cuidado con las casas que están cerca de los objetivos.